Saturday, January 28, 2023

¿Quiere vivir 100 años? Cuáles son las recomendaciones de los científicos para alcanzar esa edad

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 ¿Quiere vivir 100 años? Cuáles son las recomendaciones de los científicos para alcanzar esa edad

 El reciente fallecimiento de la persona más longeva del mundo, a los 118 años, refleja el creciente números de centenarios a nivel global; herencia genética y salud y entorno personal y social, claves 

 28 de Enero de 2023 

 The Washington Post

  Levantarse temprano y hacer ejercicio al aire libre, dos de las claves que impactan sobre la longevidad 

 WASHINGTON.- Los especialistas anticipan que el número de centenarios -personas que viven más de 100 años- seguirá en aumento en las próximas décadas. Y si bien la genética juega un rol importante en tener una vejez saludable, la actividad física, la contención social y el lugar donde vivimos también influyen en nuestras chances de vivir una larguísima vida. Hasta su reciente fallecimiento a la edad de 118 años, la persona más longeva del mundo era la hermana Andrés, una monja católica francesa nacida con el nombre de Lucile Randon. Ahora se cree que las dos personas más ancianas son María Branyas Morera, una mujer española de 115 años, nacida en Estados Unidos, y Fusa Tatsumi, que vive en Osaka, Japón, y también tiene 115, aunque es 52 días menor que Morera, según la base de datos del Grupo de Investigación Gerontológica. Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 2022, en el mundo hay unos 593.000 centenarios. Y es un grupo etario en veloz crecimiento. Las proyecciones de la ONU para 2050 es que entonces habrá 3,7 millones de centenarios.


  ¿Te sacaste la lotería genética?

Los investigadores que estudian la prolongación del lapso de vida de los humanos dicen que las razones de que alguien viva más de 100 años empiezan en su ADN, los genes heredados de nuestros padres. “Nadie llega tan lejos si no se sacó la lotería genética al nacer”, dice S. Jay Olshansky, profesor de salud pública de la Universidad de Illinois en Chicago. “Así que el número principal viene de la genética”, añade. Cuanto más hayan vivido los padres, más chances de tener una vida larga y en salud, señalan los especialistas. Luigi Ferrucci, director científico del Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos, dice que los hijos de padres centenarios suelen tener una vida más larga y saludable que sus pares. “Y probablemente no responda a un solo gen, sino a una combinación de genes”, señala Ferrucci. 


  Vivir más de 100 complica los años de retiro 


 Nir Barzilai, director del Instituto de Investigaciones del Envejecimiento de la Escuela de Medicina Albert Einstein, en el Bronx, ha analizado las vidas de cientos de centenarios, incluyendo a sus cónyuges y a sus hijos. Según los estudios de Barzilai, los hijos de los centenarios “son unos 10 años más sanos” que sus pares. 


  Los científicos que investigan las claves de la longevidad de quienes superaron los 100 años, consideran que no solo hay un componente genético, sino también social 

Ahora los científicos planear usar herramientas de inteligencia artificial para encontrar esos genes y desarrollar fármacos específicos para ellos. “Estamos abocados a encontrar todos los genes de la longevidad”, señala Barzilai. En febrero, Olshansky y sus colegas lanzarán una plataforma donde la gente podrá cargar los datos de un servicio de testeo genético “para identificar si tienen los genes asociados con una longevidad excepcional”, y así puedan planificar mejor la economía de sus años de retiro. “En mi caso, por ejemplo, soy portador de dos pares de genes asociados con la longevidad”, dice Olshansky. “Así que probablemente tenga que demorar mi jubilación”, sostiene.

  La importancia del entorno y el estilo de vida 

 En cuanto a la importancia del estilo de vida en comparación con la importancia de la genética, no hay consenso entre los científicos, pero la mayoría de los expertos dice que una buena genética solo alcanza hasta cierto punto. Jamie Justice, profesora adjunta de gerontología en la Universidad de Wake Forest, dice que algunas investigaciones sugieren que alrededor del 25% de la longevidad responde a la genética. El otro 75% se relaciona con el entorno: dónde se vive, qué se come, la frecuencia del ejercicio físico y la red de contención de amigos y familia. Pero el objetivo no es extender la esperanza de vida de quienes no vienen de fábrica con ese conjunto de genes prometedores, dice Justice, sino descubrir la forma que todos tengamos vidas plenas y saludables en el tiempo que tenemos. El objetivo no es necesariamente vivir hasta los 118 años, sino vivir, apunta Justice. “¿Qué cosas específicas podemos hacer para tener buena salud en los años que tenemos?” Además, señala Justice, “no hay que subestimar la importancia de un buen sistema público de salud”. Cuanto mejor sea el sistema de atención médica, mayor será la esperanza de vida de una persona, dice la especialista. 

  Y hasta el lugar donde vivimos… 

 Estados Unidos y Japón tienen la mayor cantidad confirmada de centenarios y supercentenarios, como se denomina a las personas que viven más de 110 años. La mayor cantidad per cápita la tiene Japón, según Robert Young, director de Investigación de Supercentenarios en el Grupo de Investigación Gerontológica. Pero probablemente haya más centenarios y supercentenarios que no han sido detectados: hace 110 años, no todos los países tenían registros hospitalarios y certificados de nacimiento, señala Young. Y para confirmar la existencia de un supercentenario se suele justamente recurrir a los registros oficiales de los distintos países del mundo. “No olvidemos que cuando analizamos la longevidad humana hoy, en realidad estamos viendo una foto del estado del mundo hace más de 110 años”, reflexiona Young. 

  Los científicos consideran que la extensión de la longevidad también podría implicar en el futuro cambios en las reglas laborales 

Más allá de la conservación de los registros en distintos países, el lugar de residencia -una zona de guerra, un lugar con acceso a atención médica de calidad, un país con mucha contaminación, una nación desarrollada y sedentaria- probablemente juega un papel importante en la longevidad. Recientemente, los investigadores descubrieron que “el estrés afecta directamente algunos de los mecanismos biológicos del envejecimiento”, señala Ferrucci, y agrega que nuestra exposición a diversos tipos de agentes contaminantes también son perjudiciales para nuestra salud general. “Es un campo de investigaciones en expansión que podría revolucionar la forma en que abordamos la salud pública”, dice el científico. “Estamos viendo que el secreto de la buena salud no depende solo de lo que hacemos individualmente, sino también de lo que hace nuestra sociedad para mejorar la salud de la población en general”, dice Ferrucci. Y al estudiar a los centenarios, los investigadores descubrieron que los adultos mayores sanos suelen ser los que se mantienen físicamente activos, pasan tiempo al aire libre y tienen lazos fuertes con su entorno social, familia y amigos. 

 “A veces alcanza con salir a caminar”, dice Ferrucci. “Si tuviera un secreto precioso para regalarles a los que quieren vivir mucho y bien, les diría que se levanten temprano y salgan a caminar”, recomienda Ferrucci. “Es realmente el mejor regalo que podemos hacernos si queremos alcanzar la longevidad.” De todos modos, el científico dice que los centenarios y especialmente los supercentenarios suelen ser “casos especiales”, y que algunas personas tienen cierta “resiliencia biológica” que los hace vivir muchos años a pesar de que tener todo en contra. “Por un lado está la curva de mortalidad de la población general, y después están estos individuos que son singulares y únicos”, dijo Ferrucci. “No sabemos por qué y, el gran secreto, es ese”. 

 Teddy Amenabar 

  (Traducción de Jaime Arrambide) 

 The Washington Post 

 Fuente:https://www.lanacion.com.ar/sociedad/quiere-vivir-100-anos-cuales-son-las-recomendaciones-de-los-cientificos-para-alcanzar-esa-edad-nid28012023/

Sunday, January 22, 2023

Cartas al pais:"Ante la corrupción, avivar cuanto antes una mundializada cultura de la legalidad"

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 "Ante la corrupción, avivar cuanto antes una mundializada cultura de la legalidad" 

 El repudio a la visita de Nicolás Maduro, y la violencia y la corrupción que acechan al país.
Hacer sentir el peso de los Derechos Humanos.Mariano Vior 

 22/01/2023

 Cada día encontramos más itinerarios sombríos, sin orden ni concierto entre sus moradores; muchos de ellos dominados por la pereza, para hacer frente a un panorama mundial verdaderamente desolador, que sufre contiendas absurdas y trances horrorosos. Por eso, creo que urge la acción ciudadana, con esa aportación ética y diligente en la actividad, la laboriosidad en las instituciones, cuya tarea ha de ser ejemplarizante siempre. Además, tenemos que enmendar actitudes, servir esperanza en los ojos tristes y soñolientos, aparte de ofrecer estructuras adecuadas que aviven y fomenten la estética familiar, dentro de la consideración a la dignidad soberana de cada individuo y de cada grupo humano. Sólo hay que mirar y ver la multitud de países que continúan incumpliendo impunemente la legislación internacional". . Si cada persona, constituye la base de todo como es natural, ha de ser respetado en una auténtica perspectiva social. El reconocimiento de derechos universales, inviolables e inalienables, conforma el mejor reconstituyente del abecedario cooperante, y como tal debe ser de obligado cumplimiento, partiendo del pueblo más pequeño hasta el mayor escenario mundial. A ciencia cierta, tendremos que activar un corazón nuevo para vencer la indiferencia. Ciertamente, son muchos que se dicen Estados de Derecho los que están fallando, corriendo el grave riesgo de que se instaure en el planeta centenares de ellos, sin disposición normativa. Sólo hay que mirar y ver la multitud de países que continúan incumpliendo impunemente la legislación internacional, tanto el desarrollo ilegal de armas nucleares como el uso no autorizado de la fuerza. Precisamente, hace unos días, Naciones Unidas a través de su secretario general, nos recordaba algunas crudas realidades. António Guterres mencionó la invasión rusa de Ucrania; los homicidios ilegítimos de palestinos e israelíes; el “apartheid de género” en Afganistán; el programa ilegal de armas nucleares de la República Popular Democrática de Corea; la violencia y las “graves violaciones de los derechos humanos” en Myanmar; y “una profunda crisis institucional” en Haití. Nos alegra, asimismo, que en todo el mundo la ONU esté comprometida socialmente y movilizada contra la impunidad". . En consecuencia, la adhesión al espíritu normativo, sobre todo en aquellas poblaciones enteras abandonadas a la opresión, nos exige a fin de garantizar la libertad necesaria en la que se debe formar y reformar la conciencia, una autoridad moral concienciada a través del precepto para poner sosiego en nuestro propia convivencia. No es mal signo, pues, reivindicar la paz en el mundo a través de un orbe más equitativo y solidario. Nos alegra, asimismo, que en todo el mundo la ONU esté comprometida socialmente y movilizada contra la impunidad, para hacer que los autores de hechos delictivos y corruptos rindan cuentas mediante procedimientos judiciales justos e independientes; facilitando el apoyo a las víctimas y a los supervivientes con el acceso a la Justicia, el recurso y la reparación. Sin duda, la absoluta primacía del derecho en las relaciones entre los seres humanos y los pueblos es vital. Tenemos que desterrar la violencia, el uso de la fuerza, desarmarse y desmontarse de intereses egoístas, para que resplandezca la luz en la edificación de otro mañana, más abundante de abrazos verdaderos y de vínculos más acordes con las justas exigencias del momento. Téngase en cuenta que de la justicia de cada uno nace ese orbe armónico que todos requerimos para poder vivir. En cualquier caso, nadie puede eximirse de esta responsabilidad, que conlleva la defensa de la igualdad de derechos y la resolución pacífica de controversias. Es evidente que la pobreza, la injusticia y la exclusión únicamente pueden abordarse mediante el marco jurídico de las políticas públicas eficaces, no discriminatorias e inclusivas. Volvamos al espíritu normativo y salgamos de este colapso de contrariedades, que nos deshumanizan por completo, generando un mundo inestable. Considero que este es el camino para reconstruir un espacio viviente, no únicamente globalizado, también hermanado, sin dejar a nadie al margen.

 Víctor Corcoba Herrero / ESCRITOR / corcoba@telefonica.net 

 EL COMENTARIO DEL EDITOR Por César Dossi 

 Hacer sentir el peso de los Derechos Humanos 

 El lector Corcoba Herrero nos habla del reconocimiento a los “derechos universales, inviolables e inalienables”, aquellos que se vulneran constantemente en todo el mundo. Y hace un llamado a reforzarlos desde “la justicia de cada uno”. Es interesante el concepto porque nos hace poner en práctica ese ejercicio moral y cívico para recuperar esa entidad social. Es decir, hacer una mirada interna de nuestro proceder cotidiano. Pero también pararse en la vereda de enfrente no es sencillo. Porque como dice el lector “es un deber de justicia que comporta notables cambios en nuestro modo y manera de vivir”. Se cumplieron 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, elaborada por representantes de todo el mundo con diferentes antecedentes jurídicos y culturales, y fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948, como un ideal común para todos los pueblos y naciones. “Quizás sea saludable avivar, cuanto antes, una mundializada cultura de la legalidad ante el virus de la corrupción que debilita el desarrollo de los pueblos. Un buen gobierno y liderazgo requiere el control puntual y la transparencia necesaria para un imparcial estilo de aplicación de la ley, sobre todo a la hora de gestionar los bienes y de administrarlos en vista del bien común; que redundará en un vergel, cuyo fruto será la equidad y una seguridad que fraterniza”, agrega el lector. Mientras tanto, para reforzar esa creencia, ese idealismo esperanzador que se perfila en el mundo como un faro -quizá también a modo de salvavidas- y para debilitar las acechanzas de la corrupción, se deben introducir debates para encontrar consensos y consolidarlos. El próximo Martes se celebrará la Cumbre de la CELAC: mientras crece el repudio a la visita de Nicolás Maduro, venezolanos en Argentina que lo acusan por crímenes de lesa humanidad piden su indagatoria.​ Urge impulsar entonces nuestros valores, conectados como grupo social, para hacer sentir el peso de la autenticidad de los Derechos Humanos y proscribir esa violencia que aún se sustenta en los viejos paradigmas políticos. Y para que por fin quede instalado en la memoria, intervenir y construir sin pausa pero con conciencia, con acción ciudadana. Esa debería ser, también, la esencia para reanudar la tarea de humanizar la convivencia, y poder así celebrar los logros alcanzados como país.

 Fuente:https://www.clarin.com/cartas-al-pais/-corrupcion-avivar-mundializada-cultura-legalidad-_0_BfSOua3YKk.html

La ambiciosa reforma educativa que arranca Uruguay, el rol de los sindicatos y cómo podría imitarla Argentina

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 La ambiciosa reforma educativa que arranca Uruguay, el rol de los sindicatos y cómo podría imitarla Argentina 

 Gonzalo Baroni, director de Educación del país vecino, habló con Clarín sobre los cambios en las aulas que implementarán allí en Marzo. 

 Ricardo Braginski 

 21/01/2023 

 Economista y funcionario en el Ministerio de Economía del Uruguay por largos años, Gonzalo Baroni (37) hoy está al frente de la educación de ese país. Si bien no es ministro -su cargo es de director nacional de Educación, dentro del Ministerio de Educación y Cultura- es en rigor quien define las políticas educativas. Y está llevando adelante una ambiciosa reforma educativa, cuyos principales lineamientos se empezarán a implementar en Marzo. Baroni fue uno de los expositores en el Congreso Internacional de Innovación Educativa -que se llevó a cabo en Monterrey, México, entre el lunes y miércoles-, y se hizo un tiempo para hablar con Clarín.

 - ¿En qué consiste la reforma educativa?

 - Abarca cuatro grandes áreas. El primero, gobernanza: era muy tediosa, muy burocrática, y poco resolutiva. La simplificamos. Estábamos en una situación en la que, dicen los investigadores, hay muchos jugadores de veto, mucha gente que te vetaba decisiones y nadie se hacía cargo. En esto ya hicimos todos los cambios que queríamos hacer, incluso en la Universidad de la República. La segunda área es el cambio en el marco curricular nacional, en toda la educación obligatoria (de 4 a 18 años). A partir de marzo comienza la implementación. Lo tercero es mayor autonomía para la gestión de los centros educativos (las escuelas). Sus equipos directivos y docentes durante mucho tiempo tuvieron muy centralizada la gestión. En Uruguay, podés estar en el departamento más lejano y tenés que consultar a Montevideo o un burócrata intermedio. Ahora, otorgar autonomía de la noche a la mañana genera mayores brechas: las escuelas que tienen mejores docentes, familias más comprometidas funcionan bárbaro y después los otros andan mal. Los más flojos normalmente están en las zonas más vulnerables. Para no repetir este problema, primero los capacitamos a todos. Hicimos una evaluación y de los 3.500 docentes que integraban roles de dirección menos de la mitad tenía algún tipo de capacitación en gestión de escuelas. Hemos avanzado durante todo 2022 y fines de 2021 en la capacitación. La cuarta área es la formación docente. Es sabido que el techo de la calidad educativa está en la calidad de los docentes. Vimos que hay una gran heterogeneidad en la performance de nuestros docentes. Tenés docentes muy bien formados, más homogéneo en primaria. Y en secundaria y tecnológica, una heterogeneidad muy grande. 

 - ¿Como se forman los docentes en Uruguay?

 - Es la carrera terciaria más descentralizada del país. Todas las regiones tienen al menos un centro de formación docente público y gratuito. El 97% de los docentes salen de ahí. El 3% de universidades o institutos privados. Uruguay había tenido algunos intentos de creación de una universidad nacional de la educación, muy similares a los que tuvo la ciudad de Buenos Aires con la Unicaba. En Uruguay para crear universidades autónomas hay que tener dos tercios del senado, y eso no existió en toda la historia del país. En el gobierno anterior, el Frente Amplio no negoció y no lo pudo hacer. Y nuestra visión, que en aquel momento éramos oposición, era que no están las capacidades instaladas para crear una universidad nacional de la educación, porque hay carencias: hoy la formación docente no genera investigación, no tiene extensión universitaria y no tiene ambiente universitario en ciertos casos. Entonces, le dimos carácter universitario a las carreras, pero no a las instituciones. Hoy, podés formarte para docente, terminás tu carrera y el instituto no te puede otorgar la licenciatura, pero el Ministerio sí. El instituto te dice que sos profesor de ciencias biológicas, por ejemplo, y nosotros vamos a aplicar una prueba final que no es habilitante para ejercer. Solo con el título del instituto podés ejercer. 

 - ¿Para qué es la prueba entonces?

 - Para darte la licenciatura. 

 - ¿Y para qué la licenciatura?

 - Es que estamos cambiando la carrera docente. Y ahora va a haber más oportunidades. Va a haber reconocimiento a que mayor capacitación, mayor salario. Zona vulnerable, mayor salario. En muchos casos sucede que equipos directivos ganan menos que su cuerpo docente. Esas cosas las estamos cambiando. Directores y docentes que van a zonas vulnerables ganan menos que los que van a zonas más privilegiados. Y, además, docentes que están mejores formados no necesariamente ganan más que los que están menos formados. La antigüedad pesa más. Lo que está cambiando es que la antigüedad va a seguir pesando, pero en mucho menos proporción. 

 - El cambio curricular, ¿hacia dónde va? 

 - Hicimos un balance de que el marco curricular preexistente era muy contenidista, muy enciclopedista, y pasamos a uno más competencial. Cambiamos las competencias y habilidades que tienen que adquirir los estudiantes en los distintos niveles. Estamos dando mayor estabilidad a los docentes. Casi la mitad rotan todos los años de escuelas. El cambio va a permitir hacer un seguimiento mayor a los estudiantes. Tenemos una gran falla en la deserción, sobre todo pasando de la primaria a la secundaria. En el primer año se anotan, pero la mayoría son repetidores y, en general, los que repiten terminan abandonando. Lo que estamos haciendo es repetir, sí, pero en un proceso más distanciado. 

 - ¿Es decir que se elimina la repitencia en algunos años? 

 - Sí, se elimina por años y queda por ciclos. Rompemos los compartimentos estancos. En primero de primaria no repetís porque el ciclo es hasta tercer grado. En secundaria, los dos primeros años. Después, tercero con cuarto. Y así sucesivamente. Teníamos 6 años de primaria y 6 de secundaria. Ahora son 9 en la primaria. Y al final 3 años de bachillerato. En vez de terminar el año y si tenés tantas asignaturas bajas repetís el año, ahora el docente va a hacer una evaluación más genérica, con más de un año incluido. Porque se entiende las distintas velocidades de aprendizaje de los alumnos, los distintos contextos. 

 - ¿Tuvieron resistencia de los gremios? 

 - Claro que la tenemos. En Uruguay tenemos una agencia que se llama Administración Nacional de Educación Pública, que tiene un consejo directivo con tres integrantes del gobierno y dos de los sindicatos docentes, que son electos en una elección abierta. Hemos tenido diferencias muy grandes. Todo cambio en las condiciones laborales y salariales tiene que ser negociado en el consejo del salario. Ahora, todo lo que implica la política pública no debe ser negociado. Esta es la postura de este gobierno que no era la del gobierno anterior que negociaba todo. Ahora, si los sindicatos están en contra de una política, nosotros los escuchamos en el ámbito de la asamblea técnico docente. Allí cada cambio técnico tiene que ser consultado previamente, pero no es vinculante. En algunos casos se han tomado algunas de las decisiones que se sugieren por parte de los docentes y en otras no. 

 - ¿Cómo están reclamando los sindicatos? 

 - Hemos tenido manifestaciones, marchas, pero avanzamos igual. Lo paradójico de todo esto es que, desde la salida de la dictadura en el 85 a la fecha, hemos tenido a todos los principales partidos políticos encabezando los gobiernos, y todos han intentado hacer reformas educativas y siempre los sindicatos se opusieron. Inclusive con el Frente Amplio. Entonces la pregunta es si no es que están más en contra de los cambios y están abrazados al status quo. 

 - ¿Son conservadores entonces? 

 - Creo que sí, hay una actitud bastante conservadora. Y sobre todo de algunos sectores dentro de los sindicatos. Porque tenés sindicatos a nivel primaria, secundaria, técnico profesional y formación docente. Y esos cuatro se reúnen bajo una coordinadora. Y las posiciones a veces son divergentes, en este caso están mayoritariamente en contra de la reforma. Habría que cuestionarse la cantidad de aceptabilidad en la interna, porque no necesariamente en esos distintos niveles tienen un gran porcentaje de afiliados. 

 - ¿Están vinculados a un partido político? 

 - En Uruguay tenemos una central única de trabajadores, que no tiene filiación partidaria clara. Muchos de sus integrantes claramente lo definen. De hecho, el último secretario general es el actual presidente del Frente Amplio. Algunos han sido senadores o diputados. Y otros viceversa, siendo dirigentes sindicales han pasado a la actividad política partidaria. No te puedo decir que estén afiliados a un partido político, sin embargo ahora cuando presentamos esta reformas, el que comenzó con las juntadas de firmas para una consulta popular fue la Central de Trabajadores secundada por el Frente Amplio. Hay cierta afinidad que es patente.

 - ¿Sienten el apoyo del presidente para avanzar en las reformas? 

 - Lo ha dicho siempre en sus discursos. El 3 de marzo tiene visita al parlamento, y uno de los capítulos principales va a ser educación. El año pasado educación fue el ministerio y el sector que más incremento presupuestario recibió. Y además, en muchos de sus discursos, habla de que, de acá hasta el fin de gobierno, marzo de 2025, hay dos reformas que son claves: la seguridad social y la educación. 

 - ¿Y la oposición como juega en todo esto? 

 - Está bastante atomizada en el Frente Amplio, con partidos de izquierda que van desde el comunista hasta socialdemócratas de todo tipo de color. Públicamente están en bloque en contra de la reforma educativa. Pero en conversaciones más informales no necesariamente, porque hay determinadas afinidades históricas. Hay cambios que nosotros podemos hacer que la izquierda no hizo durante 15 años. 

 - ¿Se va a poder implementar sin la oposición y sin los sindicatos? 

 - Creo que sí, de hecho, está encaminada. Vamos a tener ciertas adversidades. Cuando hacés un análisis de las principales reformas educativas en el mundo, en general los sindicatos casi todos comienzan estando en contra, algunos se terminan subiendo al barco, otros nunca se suben. La oposición política creo que es un tema de oportunidad. Lo que sí te puedo afirmar es que durante 15 años la oposición política no cambio la educación. 

 - ¿Se puede hacer esto en la Argentina? 

 - No me animaría en un país del volumen de Argentina. Ustedes tienen 15 veces más población y 11 o 12 veces más territorio. Además, una gobernanza distinta. Hace poco estuve con varios ministros provinciales argentinos, de muy distintos partidos y muchas visiones pero que trabajan en conjunto. Creo que habría que arrancar con pilotos en algunas provincias. Sobre todo en las más históricas, del centro de Argentina que tiene mucha similitud con la idiosincrasia del Uruguay. Podrían ser las pioneras que podrían avanzar en un cambio de este tipo. 

 - ¿Las que están más cerca de Uruguay? 

 - Claro, en algún momento fueron la Liga Federal, ¿no? Entre Ríos, Corrientes, Córdoba, Santa Fe, las que tienen volumen poblacional y, una virtud, diversidad política y no la confrontación que hay en la capital. Creo que lo podrían llevar adelante. No como otras provincias más alejadas, que son feudos políticos de algunos partidos. Ahí capaz sería un poco más difícil. Porque para hacer reformas educativas hay que tener valentía, porque no tiene tanto rédito. Yo te mejoro el salario, traigo industrias o cambio determinada política social (llamale transferencias económicas, políticas de empleo o salud) inmediatamente tiene impacto en tu bolsillo, en tu familia, en tu trabajo, y en los votos. En la educación todos lo que nosotros estamos haciendo hoy, en 2024 tenemos campaña política y vamos a poder mostrar lo que arrancamos a hacer. Pero el cambio va a ser en 10, 12 años, cuando tengas un ciclo entero de jóvenes que transitaron por un marco curricular destino, con docentes mejor formados, y con escuelas con mayor autonomía y poder de decisión. 

 - ¿Por qué siendo economista está en educación?

 - Originalmente fui funcionario de economía, de muchos años. Entré como estudiante y quedé como economista. Y aburrido de las tablas y los números participe de una ONG que en Argentina es 'Enseña por Argentina' y en Uruguay se llama 'Enseña Uruguay', que es global. Ahí durante 2 años di clases en el peor barrio de Montevideo que tiene indicadores educativos más parecidos al África Subsahariana que lo que sucede con el sur de la ciudad más parecida a Suiza. Esos dos años tenía una foto pegada con un imán en mi heladera, de mis estudiantes muy vulnerables que muchos faltaban, que había que ir a buscarlos a la casa porque se quedaban durmiendo, no tenían interés. Me tomaba dos colectivos, y los días que llovía no pasaban y tenía que caminar en el medio del asentamiento y era muy difícil. Sin embargo, a mí nunca nadie me tocó. Siempre ‘profe vamo arriba’ y demás, y tenía esa foto y los días de lluvia la miraba y decía yo estoy acá por ellos. Cuando terminé ese proceso gané una beca para estudiar políticas públicas y puse el foco en educación. Pero dije 'me tengo que volver para la educación'. Porque vos podés hacer transferencias económicas, podés controlar la inflación, y podés generar políticas de mejor empleo, es necesario, pero si no cambiamos la educación no cambiamos el futuro.

 Fuente:https://www.clarin.com/sociedad/ambiciosa-reforma-educativa-arranca-uruguay-rol-sindicatos-podria-imitarla-argentina_0_U4dWLx7o2G.html

Saturday, January 7, 2023

¡Feliz 2024!

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                               ¡Feliz 2024!


 7 de Enero de 2023 


 Graciela Guadalupe



 Si 2023 va a ser igual que el año de los patitos, ¡que 2024 se apersone ya mismo en la Argentina!
photoschmidt - Shutterstock 



 Querido lector: ¡feliz 2024! No. No hay error en el deseo, sino esperanza. Esperanza de que, si 2023 va a ser como el 22, desaparezca del almanaque. Empecemos por un dato: el dólar. A principios de 2022, rondaba los 200 pesos. ¿Cómo terminamos? Con un dólar blue a 360 pesos dentro de una familia de decenas de verdes, con un cepo burlado por millones de cuevas y arbolitos en Florida que se saludan con la policía con la misma familiaridad con la que usted se dirige al chino del supermercado de la esquina de su casa, sin saber hablar ni una sola palabra de mandarín. Es cierto que también nos pegamos un alegrón de novela con millones de personas en las calles festejando la copa mundialista. Por fin se la pudimos arrebatar –la calle, no la copa– a los más de 10.000 piquetes que durante 2022 nos rompieron el arco de la tolerancia, una vez más. Es todo tan vertiginoso en la Argentina que a veces cuesta hacer memoria. Parece que hubiera pasado un siglo desde que Guzmán empezó a negociar con el FMI hasta que escribió un tuit yéndose del Gobierno en el mismo momento en que Cristina encabezaba un acto político. 


En 2022 hubo tres ministros de Economía, a Alberto le renunció o le renunciaron las tres cuartas partes del gabinete original y es muy probable que mientras usted, querido lector, está leyendo esta nota, algún espía ilegal le esté hackeando la compu o el celu para poner su nombre al frente de un ministerio porque al profesor-presidente ya no le queda gente para convocar. Le pido que, a pesar del riesgo, siga leyendo y coincidirá conmigo en que si 2023 va a parecerse un ápice al año de los patitos, es mejor que el 24 se apersone ya mismo. Alberto está hoy tan extraviado que escucha borroso y ve en sordina Apenas había empezado el verano pasado cuando casi decapitan a los turistas en la costa atlántica. Haga memoria y verá a Sergio Berni colgado de un helicóptero a metros de la arena, haciendo volar las sombrillas. Mal presagio. El mismo destino tuvo la inflación: tocó el cielo. El “Volare” de Domenico Modugno resultó un poroto comparado con la duplicación del costo de vida interanual y con la guerra a la inflación que Alberto había declarado en marzo. Me dirá usted que no todo pasa por lo numérico, pero hasta el censo de población realizado en mayo –tan necesario– todavía adeuda resultados claves y, según trascendió, el pago a no pocos censistas. 


 Sin dudas, el hecho más grave de 2022 fue que intentaron asesinar a la vicepresidenta y que, por eso, Alberto dispuso un feriado. Fue el primero de dos parates laborales extraordinarios: uno por el intento de magnicidio aparentemente llevado adelante por una conspiración internacional financiada por Macri y sus compañeros del Newman, encarnada en un trío de lúmpenes sin prontuario que hicieron inteligencia vendiendo copos de azúcar enganchados en el extremo de amenazantes jabalinas, por las calles de Recoleta. El segundo feriado fuera de agenda fue por el triunfo en el Mundial, del que Alberto quiso sacar rédito y los jugadores lo mandaron a jugar con Francisquito –el hijo–, porque el Francisco del Vaticano estaba revoleando la bandera argentina encerrado en un cuarto de Santa Marta para que no lo viera ni oyera ningún obispo francés. Perdidoso en su enfrentamiento con Cristina, Alberto decidió dar batalla al participante de Gran Hermano que lo acusó de coimero. Eso ocurrió antes de que los alumnos de la UBA, donde el presi dicta Teoría del Delito, pidieran que se lo excluyera de las aulas porque un profe que desoye fallos de la Corte no merece ni justicia, como decía el General. En 2022, la Justicia condenó a Cristina a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, aunque con lo que duran los juicios en el país, mientras se apela y se recontraapela, podrá ser candidata a presidenta, a reina de Seychelles y a capitana de la selección nacional de fútbol con Maradona de vicepresidente aunque haya fallecido y hoy sea Messi quien está en boca de todos. 


Ya se sabe que Cris siempre la pifia cuando elige y así le va. El caso de Cristina jugando a ser opositora de su propio gobierno a quien más complicó fue a la oposición. Rodríguez Larreta sostuvo al ahora desafectado D’Alessandro, quien apareció en los chats privados con jueces y empresarios en Lago Escondido, el mismo lugar donde Grabois fue a sembrar cizaña entre los empleados de Lewis, que lo mandaron de vuelta a tomar campos de Entre Ríos para cosechar perejil trucho. Mientras, Lilita le reza a Santa Paciencia y Bullrich sube al primo Jorge Macri a la caravana electoral veraniega para tratar de cooptar al paquete de votantes al que Milei le muerde los talones. Espert pide cárcel o balas para que el Estado aplique la ley y Macri publica un libro cuyo título lo sintetiza todo: Para qué. El año que pasó también se llevó puesta a Vicky Donda del Inadi. Nada grave. Hace casi 14 años que el país no tiene defensor del Pueblo de la Nación y a nadie parece preocuparle. No vamos a soslayar que en 2022 también hubo momentos divertidos, como cuando Eduardo encontró a Juan Cruz, cuando Alberto confundió garganta poderosa con garganta profunda y en Córdoba propusieron enseñar cuarteto en los jardines de infantes, y crear el Día Nacional del Heavy Metal en el Chaco. Por eso decíamos que, si todo va a ser igual, mejor que se adelante el 24, cuando ya tendremos nuevo presidente. O al menos “un” presidente. Alberto está hoy tan extraviado que escucha borroso y ve en sordina. 

 La columna de Carlos M. Reymundo Roberts volverá a publicarse el 4 de febrero

 Fuente:https://www.lanacion.com.ar/opinion/feliz-2024-nid07012023/

La compleja relación entre pobreza, educación e inserción laboral

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                 La compleja relación entre pobreza, educación e inserción laboral 


 7 de Enero de 2023 


 Guillermina Tiramonti
Tomás Cuesta

 La educación ha comenzado a tener un lugar de cierta relevancia en el diálogo público. Yo creo que no hay que entusiasmarse demasiado respecto de la toma de conciencia de la importancia de este factor. Comparto totalmente la valoración de la educación de la población, solo que dudo que a lo que estamos asistiendo sea a una verdadera asunción de la importancia de este factor. En un contexto de desprestigio generalizado de la política y desconfianza de las buenas intenciones de políticos y allegados a esa actividad, la referencia al tema educativo ofrece ciertas ventajas. ¿Cuáles? Por una parte, es un tema que goza de legitimidad social. Es una causa que casi todos creen que debe ser defendida y no se amenaza a nadie con hacerlo. Por otro lado, hay numerosas pruebas de que una actividad de tal nivel de centralidad para definir el futuro de nuestra sociedad y de cada uno de sus individuos está en un estado catastrófico, de extrema necesidad de cambio y mejora, lo que la transforma en un tema casi obligado a la hora de hacer promesas para el futuro y señalar posibles culpables de su estado actual. Hay otro incentivo que explica la recurrencia de su invocación pública. 

Desde que Sarmiento nos civilizó a través de la escuela pública, es posible otorgarle a la institución escolar una capacidad ilimitada para solucionar los más variados y complejos problemas que sufre nuestra sociedad. Sin duda hay cierta razón en ello, lo inadecuado es la construcción de relaciones lineales entre las potencialidades de la educación y sus efectos sanadores. Uno de los temas que vuelve al primer plano, aunque ya está presente desde los 60, es la relación entre educación, empleo y pobreza. Hay múltiples estadísticas que muestran la articulación virtuosa entre más educación, menos desempleo y menor pobreza. Sin embargo, esta liason no es simple y si pretendemos que las relaciones virtuosas entre uno y otro término se pongan en movimiento es necesario develar la compleja trama que entre ellos se teje. Si hacemos una lectura lineal de los datos de la encuesta de hogares del primer semestre de este año, quienes tienen secundaria incompleta tienen una tasa de desocupación mayor al 7% y, en cambio, entre los que la completaron el promedio baja al 5,66%; la distancia es clara aunque no tan importante como se suele pensar. 

 Ahora, si sometemos los datos a otros cruces los resultados cambian. Si hacemos jugar la variable del tercil de ingresos familiares, encontramos que los valores cambian a favor de los sectores más favorecidos o caen en desfavor de los más pobres, y los jóvenes del primer caso con titulación secundaria tienen un 2,66% de tasa de desocupación y para los más pobres la tasa es del 9,28%, o sea, casi cuatro veces mayor que la de sus pares etarios. Es más, un chico del tercil más pobre con un título universitario tiene casi el doble de posibilidades de estar desocupado que alguien que pertenece al sector más rico y tiene solo título secundario. Entonces no es cierto, es engañoso plantear que con la sola titulación se sale de pobre y se igualan las oportunidades. Para que la educación actúe positivamente debe estar acompañada por otra serie de recursos que no otorga la escuela por sí misma. Para conseguir un trabajo no solo se necesita el título, sino también ser portador de una serie de características culturales que son atributos del origen social. 

Hay que conocer y usar con desenvoltura ciertos códigos relacionales, moverse con soltura en ambientes codificados por reglas que solo conocen aquellos que han pasado su vida en ambientes institucionalizados, poseer un código lingüístico complejo y una presentación de la persona adecuada al ambiente de trabajo. Por supuesto, además de esto hay que saber leer, escribir, entender lo que se lee, poder solucionar algunos problemas matemáticos, que según cantan las estadísticas un porcentual muy bajo de los chicos pobres logra. Si la trama de relaciones entre pobreza y educación tiene las características señaladas, es imprescindible repensar los modos de proporcionar a los sectores más desfavorecidos los recursos necesarios para entrar al mercado de trabajo. Ya sabemos que la escuela secundaria hoy no brinda a sus alumnos los saberes que requiere el mercado, pero en el caso de los sectores más desfavorecidos a esta última carencia se le agregan las anteriormente nombradas. Para no hacer falsas promesas es necesario sincerar las estadísticas y mostrar que la deuda que tenemos con los más vulnerables no se paga con simples políticas orientadas a capturar más chicos en el aula, sino que es necesario construir puentes de integración cultural entre jóvenes que viven y se educan en fragmentos cada vez más ajenos unos de otros, para lo cual habrá que generar espacios comunes que permitan una socialización en la que se compartan las pautas culturales. 

Si esto es así no ayuda el principio que propone no modificar los rasgos culturales de origen de los alumnos, sino que por el contrario los condena a su condición de pobreza. A diferencia de los discursos populistas se trata de igualar, acercar y no diferenciar y segregar. No quiero cerrar esta columna sin decir que ya he escrito otros artículos marcando las limitaciones de estadísticas lineales que nos hacen creer que existen llaves mágicas para solucionar problemas muy complejos. Insisto con la esperanza de que en esta ocasión quienes se proponen gobernarnos comprendan que la escuela no hace ni hizo nunca milagros. Cuando evocamos las trayectorias ascendentes de los educados de las décadas pasadas nos olvidamos del papel que en esos casos brindó el mercado de la época, incomparable al escenario de nuestro presente. Si bien insisto y retomo mis argumentos y hago el esfuerzo de que se publiquen, es difícil que alguien los escuche, porque los priva del uso de un argumento políticamente redituable, como es la idea de que todo se arregla con educación. 

Investigadora de Flacso Argentina y miembro del Club Político Argentino

 Fuente:https://www.lanacion.com.ar/opinion/la-compleja-relacion-entre-pobreza-educacion-e-insercion-laboral-nid07012023/

No más populismo universitario

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                        No más populismo universitario

 La creación de más universidades nacionales resulta disparatada cuando no se han resuelto severos problemas en la educación inicial, primaria y secundaria.

 7 de Enero de 2023
Si no recuperamos la calidad educativa y la extendemos a más personas de los niveles inicial, primario y secundario, la creación de más universidades terminará siendo solo un negocio con fines políticos



 Con el declamado propósito de que en la Argentina haya cada vez más universidades públicas, de cercanía y gratuitas (aunque, en rigor, ninguna lo es), legisladores nacionales del oficialismo y algunos sectores minoritarios de la oposición impulsan la creación de ocho nuevas universidades nacionales. Se trata de iniciativas que, en la mayoría de los casos, han despertado suspicacias por no estar basadas en un planeamiento estratégico de la educación superior, sino en razones meramente políticas. Existen en nuestro país 58 universidades nacionales, una tan elevada como inhabitual cantidad para la mayor parte del mundo. Pensar en seguir alimentando su desmedido crecimiento resulta otro grave despropósito cuando no hemos podido resolver los severos problemas de los niveles inicial, primario y secundario, agravado todo esto por un contexto económico signado por un gigantesco déficit fiscal. 


 En opinión de no pocos especialistas, una de las mejores maneras de apuntar a reducir la marginalidad y la desigualdad es invertir en las personas durante sus primeros cinco años de vida. Sin embargo, en la Argentina, menos de la mitad de los niños de tres años recibe educación formal, al tiempo que nueve de cada diez alumnos del nivel primario concurren a las escuelas durante apenas cuatro horas diarias. Y, por si eso fuera poco, solo termina la educación secundaria alrededor de la mitad de la población en condiciones de recibirla. Este triste escenario se completa con una muy baja calidad educativa, como se advierte en las distintas pruebas de evaluación del aprendizaje, y con una creciente brecha entre el nivel de los alumnos de escuelas privadas y públicas, sumado a preocupantes índices de repitencia y deserción. El propiciado crecimiento de los proyectos universitarios nacionales, más que a genuinas necesidades de formación profesional, obedece a criterios políticos

 Pese a la necesidad de reforzar estas prioridades, asistimos a una insólita carrera por sumar más y más universidades nacionales, que se agregarían a las 17 creadas durante las gestiones kirchneristas, muchas de las cuales provocaron fuertes controversias. Hacia fines de 2022, el oficialismo intentó sin éxito aprobar en la Cámara de Diputados de la Nación la creación de ocho nuevas universidades. Cinco de ellas estarían en la provincia de Buenos Aires: Delta (Tigre, San Fernando y Escobar), Pilar, Saladillo, Cuenca del Salado (Cañuelas) y Ezeiza. Otras dos se ubicarían en Río Tercero, Córdoba, y en Paraná, Entre Ríos. La última sería la de las Madres de Plaza de Mayo, en la Capital Federal, que se constituiría a partir de la transformación del actual instituto universitario de dicho nombre, dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación, en universidad nacional. Al igual que este último proyecto universitario, derivado de una fundación que protagonizó recordados escándalos, como denuncias de estafas con fondos públicos destinados a la construcción de viviendas sociales, otras iniciativas han sido objeto de justificadas críticas.

 La proyectada Universidad Nacional de Ezeiza, por ejemplo, surgiría a partir de la nacionalización de la actual Universidad Provincial de Ezeiza, dependiente de la provincia de Buenos Aires. Se trata de un proyecto, impulsado por Victoria Tolosa Paz y Daniel Gollán, entre otros conspicuos dirigentes del Frente de Todos, que provocó airadas quejas en la oposición, por cuanto su paso a la Nación es parte de una lucha por el poder impulsada por el intendente Alejandro Granados. El traspaso a la órbita nacional no incluiría a las actuales autoridades de la casa de estudios, lo cual constituiría otro avasallamiento a la autonomía universitaria y a la ley de educación superior. No hay ninguna duda de que se pretende disimular detrás de necesidades académicas la creación o traspaso de universidades a la esfera nacional, cuando en rigor de verdad no hay otro motivo que las consabidas razones político-ideológicas que rigen el accionar de demasiados intendentes, funcionarios provinciales o ministros nacionales de la actual administración, las más de las veces solo fundados en sus proyectos o conveniencias personales. Detrás de la localización de los proyectos, puede advertirse también la absoluta falta de planificación a la que nos tienen acostumbrados, cuando no trepidan en dilapidar los recursos de un Estado quebrado.

 Así, la proyectada Universidad del Delta, impulsada por Sergio Massa y por Alicia Aparicio –esposa del exintendente de San Fernando, Luis Andreotti–, se ubicará a pocos kilómetros de la casa de estudios que se prevé crear en Pilar. El propiciado crecimiento de los proyectos universitarios nacionales, más que a genuinas necesidades de formación profesional, obedece a criterios políticos que buscan favorecer a determinados dirigentes o punteros partidarios. Una vez más, recurrirán al erario público para ubicar convenientemente y financiar a los propios en distintos puestos de las nuevas estructuras. El peligro es evidente: que las supuestas casas de altos estudios se conviertan súbitamente en nuevas herramientas para el proselitismo y en flamantes y suculentas cajas para la política. 

 No es cuestión de crear más instituciones, sino de planificar adecuadamente los objetivos en materia educativa, apuntando a optimizar la asignación de los recursos presupuestarios para mejorar la calidad académica en todos los órdenes, mucho más en los niveles obligatorios de enseñanza, cuyos beneficiarios son más numerosos y cualitativamente más importantes. Antes que destinar fondos que no existen a disparatados proyectos universitarios solo sustentados en el oportunismo político, se torna imperioso fomentar y ampliar el acceso de los niños a salas de tres años, avanzar hacia la jornada completa en la escuela primaria y evitar la deserción escolar, de manera especial en el nivel secundario, por solo mencionar algunas cuestiones previas pendientes. De lo contrario, continuaremos comprometiendo el futuro de un país que, en lugar de atender sus verdaderas prioridades educativas, prefiere seguir transitando la senda del populismo universitario al ritmo de inescrupulosos funcionarios. 

 Fuente: https://www.lanacion.com.ar/editoriales/no-mas-populismo-universitario-nid07012023/

Sunday, January 1, 2023

¡FELIZ AÑO NUEVO 2023!/HAPPY NEW YEAR 2023!

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                                ¡FELIZ AÑO NUEVO 2023!/HAPPY NEW YEAR 2023!
Fuente/Source: Google Images.

ChatGPT, una introducción realista, por Ariel Torres

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