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Graciela Guadalupe


LA NACION

15 DE OCTUBRE DE 2017


"Asumo el mandato del pueblo para que Cataluña sea independiente. Pero propongo suspender la declaración de independencia."

(De Carles Puigdemont, presidente de Cataluña)

¿Qué pasaría si a la pregunta: "Acepta por esposo a Fulanito", el juez recibiera como respuesta: "Sí, pero más tarde"?, ¿y si a la fórmula para el juramento, un presidente electo respondiera: "Déjeme pensarlo"? Respuesta 1: no habría casamiento. Respuesta 2: quedaría acéfalo el gobierno.

Más o menos esa es la insólita situación que planteó el presidente de Cataluña, Carles Puigdemont. Después de haber zamarreado la Constitución de España e hincado hasta el hueso los dientes del separatismo, su bravuconería duró lo que una piñata en un jardín de infantes.

Prometió y no cumplió. Lo que para los catalanes independentistas es hoy una catástrofe de consecuencias imprevisibles, en nuestro país es el ADN del folklore político. "Traje a rayas a los evasores", garantizaba Néstor Kirchner. "El que depositó dólares, recibirá dólares", alardeaba Duhalde. "Seré el médico, seré el maestro, seré el que dé trabajo a cada argentino", se jactaba De la Rúa antes de ser el copiloto del helicóptero que lo sacó de la Rosada. "Haremos 10 kilómetros de subte por año", decía Macri, ilusionado con que el kircherismo le habilitara los créditos. "Garrote, garrote, garrote", prometía "Pedro Picapiedra" Sanfilippo en vísperas de las PASO, que lo dejaron lejísimo del objetivo.

¿Qué arengan hoy los principales candidatos? Massa: "Un día vas a ganar vos". No queda claro si se lo dice al elector, a Cristina o a Bullrich. Randazzo: "Para ganarle a Macri". Ok. Pero la próxima. No le estaría yendo muy bien ahora. Cristina: "El 22 de octubre, votemos por el presente". O sea... ¿votemos por hoy que así nos va fenómeno? Matías Tambolini: "La plata no alcanza". La nuestra, porque la cocina de su casa, donde se filmó el spot de campaña, es la envidia de Jonathan y Drew Scott, en Hermanos a la obra.

Lousteau: "Tranquilidad para construir el futuro". Sí. Todo muy tranquilo, hasta que se dé cuenta de que "Construir futuro" era el eslogan de Josecito López cuando se postulaba como gobernador de Tucumán y visitaba el convento de General Rodríguez sólo para tomar mate y comerles los scones a las monjitas. Y Lilita: "Vamos juntos". Por ahora. Y porque todavía no encontró la carterita con la que plantó a Pino.

Pero si hay una proclama para el Oscar es la frase de Trump tras ganar las elecciones: "No los voy a defraudar". Menemismo explícito.




Fuente:www.lanacion.com.ar