Friday, December 5, 2014

GralInt-Discurso del Papa Francisco sobre la Libertad y la Educación

The following information is used for educational purposes only.




DISCURSO DEL PAPA FRANCISCO A LOS ALUMNOS DE
LOS COLEGIOS JESUITAS DE ITALIA Y ALBANIA


(Traducción del original escrito en italiano de Eduardo Rubió para Radio Vaticano)


Queridos chicos, queridos jóvenes!

Estoy encantado de recibirles con sus familias, los educadores y los amigos de la
gran familia de las Escuelas de los Jesuitas italianos y de Albania. A todos vosotros,
dirijo mi afectuoso saludo: ¡bienvenidos! Con todos ustedes me siento
verdaderamente "en familia". Y es una alegría especial la coincidencia de nuestro
encuentro con la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.

Déjenme decirles una cosa en primer lugar que se refiere a San Ignacio de Loyola,
nuestro fundador. En el otoño de 1537, yendo a Roma con un grupo de sus
primeros compañeros se preguntaron:¿si nos piden quiénes somos, que
responderemos? La respuesta fue espontánea: "Diremos que somos la "Compañía
de Jesús" (Fontes Narrativa Societatis Iesu, vol 1, p 320-322). Un nombre
comprometido, que quería indicar una relación muy estrecha de amistad, de total
afecto por Jesús, al que querían seguir sus pasos. ¿Por qué os menciono este
hecho? Porque San Ignacio y sus compañeros habían comprendido que Jesús les
enseñó cómo vivir bien, cómo dar un sentido profundo a nuestra existencia, que dé
entusiasmo, que dé alegría y esperanza; habían entendido que Jesús es un gran
maestro de vida y un modelo de vida, y que no sólo les enseñaba, sino que les
invitaba a seguirlo por este camino.

Queridos chicos, si ahora les hiciera la pregunta: ¿por qué van a la escuela, qué me
contestarían? Probablemente habría muchas respuestas dependiendo de la
sensibilidad de cada uno. Pero creo que se podría resumir todo diciendo que la
escuela es uno de los ambientes educativos en los que crecemos para aprender a
vivir, para ser hombres y mujeres adultos y maduros, capaces de caminar, de
recorrer el camino de la vida. ¿Cómo os les ayuda a crecer su escuela? Les ayuda
no sólo desarrollar su inteligencia, sino a tener una formación integral de todos los
componentes de su personalidad.

Siguiendo lo que nos enseña San Ignacio, en la escuela el elemento principal es
aprender a ser magnánimo. La magnanimidad: esta virtud del grande y del
pequeño (no coerceri maximo contineri mínimo Divinum este), que nos hace
siempre mirar hacia el horizonte. ¿Qué quiere decir ser magnánimo? Significa tener
un gran corazón, tener un alma grande, quiere decir tener grandes ideales, el
deseo de lograr grandes cosas en respuesta a lo que Dios pide de nosotros, y para
ello hacer las cosas bien todos los días, todas las acciones cotidianas, los
compromisos, los encuentros con la gente; hacer las pequeñas cosas de todos los
días con un gran corazón abierto a Dios y a los demás. Es importante pues cuidar la
formación humana destinada a la magnanimidad.

La escuela no sólo les amplía su dimensión intelectual, sino también humana. Y
creo que, en especial, los colegios de los Jesuitas cuidan con esmero las virtudes
humanas: la lealtad, el respeto, la fidelidad, el compromiso. Me gustaría hacer
hincapié en dos valores fundamentales: la libertad y el servicio. Sobre todo: ¡sean
personas libres! ¿Qué quiero decir con ello? Tal vez piensan que la libertad es hacer
todo lo que se desea, o aventurarse en experiencias-límite para experimentar la
emoción y vencer el aburrimiento. Esto no es libertad. Libertad significa saber
reflexionar sobre lo que hacemos, saber valorar lo que es bueno y lo que es malo,
cuáles son los comportamientos que hacen crecer, significa elegir siempre el bien.
Nosotros somos libres para el bien. ¡Y en eso, no tengan miedo de ir
contracorriente, aunque no sea fácil! Ser libres de escoger siempre el bien es un
reto, pero les hará personas rectas, que saben enfrentar la vida, personas con
valentía y paciencia (parresía y ypomoné). La segunda palabra es el servicio. En
sus escuelas ustedes participan en diversas actividades que les llevan a no
encerrarse en uno mismo o en su pequeño mundo, sino a abrirse a los demás,
especialmente a los pobres y necesitados, a trabajar para mejorar el mundo en que
vivimos. Sean hombres y mujeres con los demás y para los demás, verdaderos
campeones en el servicio a los demás.



Para ser magnánimos con libertad interior y espíritu de servicio se requiere la
formación espiritual. ¡Queridos chicos, queridos jóvenes, amen cada vez más a
Jesucristo! Nuestra vida es una respuesta a su llamada y ustedes serán felices y
construirán bien su vida si saben responder a esa llamada. Sientan la presencia del
Señor en su vida. Él está cerca de cada uno de ustedes como compañero, como
amigo, que les ayuda comprender, que les alienta en los momentos difíciles y
nunca les abandona. En la oración, en el diálogo con Él, en la lectura de la Biblia,
descubrirán que Él está realmente cerca. Y aprendan también a leer los signos de
Dios en su vida. Él siempre nos habla, incluso a través de los hechos de nuestro
tiempo y de nuestra existencia cotidiana: a nosotros nos corresponde escucharlo.
No quiero ser demasiado prolijo, pero una palabra específica quisiera dirigirla
también a los educadores: los jesuitas, los maestros, los padres. ¡No se desanimen
ante las dificultades que presenta el desafío educativo!

Educar no es una profesión,sino una actitud, una forma de ser; para educar es necesario salir de sí mismos y
estar entre los jóvenes, para acompañarlos en las etapas de crecimiento, estando a
su lado. “Denles a los jóvenes esperanza, optimismo para afrontar su camino en el
mundo. Enséñenles a ver la belleza y la bondad de la creación y del hombre, que
siempre conserva la huella del Creador. Pero sobre todo den testimonio con su vida
de lo que les comunican. Un educador - Jesuita, profesor, operador, padre -
transmite conocimientos, valores con sus palabras, pero va a ser determinante con
los niños si acompaña sus palabras con su testimonio con su vida coherente. ¡Sin
coherencia no es posible educar! Todos ustedes son educadores, no pueden delegar
competencias en esta materia. La colaboración en un espíritu de unidad y
comunidad entre los diferentes componentes educativos es, pues, esencial y debe
ser alentada y alimentada. La escuela puede y debe actuar como catalizador, para
ser un lugar de encuentro y de convergencia de toda la comunidad educativa con el
único objetivo de formar, ayudar a crecer como personas maduras, simples,
honestas y competentes, que sepan amar con lealtad, que sepan vivir la vida como
una respuesta a la vocación de Dios, y la futura profesión como un servicio a la
sociedad.


A los Jesuitas quisiera añadirles que es importante fomentar su participación en el
campo educativo. Las escuelas son una herramienta valiosa para dar una
contribución al camino de la Iglesia y de toda la sociedad. El campo de la educación
no se limita a la escuela convencional. Anímense a buscar nuevas formas de
educación no convencionales, según "las necesidades del lugar, tiempo y de las
personas."
Por último, un saludo a todos los ex-alumnos presentes, a los representantes de las
escuelas italianas de la Red de Fe y Alegría, que conozco bien por el gran trabajo
que hace en América del Sur, sobre todo entre las clases más pobres.
Y un saludo particular va a la delegación del Colegio albanés de Scutari, que
después de largos años de represión de las instituciones religiosas, a partir de 1994
reanudó sus actividades, acogiendo y educando a jóvenes católicos, ortodoxos,
musulmanes, e incluso algunos alumnos nacidos en contextos familiares agnósticos.
Así la escuela se convierte en un lugar de diálogo y de confrontación pacífica, para
promover actitudes de respeto, escucha, amistad y espíritu de cooperación”.
Queridos amigos, gracias a todos por este encuentro. Los encomiendo a la
intercesión maternal de María y los acompaño con mi bendición: El Señor siempre
está cerca de ustedes, les levanta de las caídas y les empuja a crecer y a tomar
decisiones cada vez más altas "con gran ánimo y liberalidad" con magnanimidad.

Ad Maiorem Dei Gloriam.




Fuente:www.jesuitas.es


No comments:

Post a Comment

All comments are welcomed as far as they are constructive and polite.

La vejez. Drama y tarea, pero también una oportunidad, por Santiago Kovadloff

The following information is used for educational purposes only. La vejez. Drama y tarea, pero también una oportunidad Los años permiten r...