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OPINIÓN | ACTUALIDAD POLÍTICA
El uso político de una muerte
Joaquín Morales Solá
29 de Noviembre de 2020
En ese instante de desvarío, la pandemia no existió para un gobierno que jugaba como los jugadores compulsivos. Siempre confían en que la última carta convertirá la ruina en gloria. La carta salvadora falla, también siempre. Desde el momento en que se anunció la muerte de un inmortal, nada tuvo sentido (tampoco la crisis económica) para Alberto Fernández. La finitud de un mito viviente, como lo fue Diego Maradona, pareció la oportunidad perfecta para replicar el fenómeno político que representó la muerte de Néstor Kirchner. Grave error. La muerte tiene un significado humano, no político, a pesar de los esfuerzos de la política por sacar provecho de ella. El aborto o el impuesto a la riqueza habían sido también decisiones atolondradas para esconder las penurias económicas y el ajuste de los gastos del Estado. Nada, sin embargo, fue tan explícito ni patético como el intento fallido de vestir al Gobierno de viudo de Maradona.
El apostador perdió al final hasta lo que no tenía: la violencia y el caos, los barrabravas y las fechorías en la propia Casa de Gobierno mostraron la impotencia de una administración frágil e incompetente.
Maradona fue un argentino universal que habitaba desde hacía mucho tiempo en el Olimpo de los dioses del deporte. Nunca pudo trasladar su incomparable genio de deportista a la vida cotidiana, llena de sucesivos dramas y de desmesurados excesos. Sus opciones políticas fueron siempre los regímenes autoritarios o los sistemas antidemocráticos. ¿Por qué no decirlo? La verdad no tiene remedio, como escribió Serrat. Le tocó la muerte trágica de los héroes argentinos. Murió solo, acompañado de lejos nada más que por unos pocos asistentes y enfermeros. Sin familia, sin la cohorte de amigos que lo siguió durante su época de esplendor y sin su habitual escenografía de monarca tropical. Ni siquiera se pudo establecer con precisión a qué hora se fue de este mundo.
Nadie lo vio morir. Nadie lo acompañó en ese instante único en que la vida se convierte en nada. Triste, solitario y final, según la célebre descripción de Raymond Chandler.
Jorge Lanata sobre los incidentes durante el velorio de Diego Maradona: "Es una imagen de vacío de poder total"
El primer error del Gobierno fue tratar de extrapolar el efecto político de la muerte de Néstor Kirchner a la de Maradona. No faltó ni la presencia de Javier Grosman, el gran arquitecto del teatro y el relato del kirchnerismo, que imaginó en 2010, con una velocidad intelectual envidiable, la coreografía del velatorio del expresidente. Volvió el miércoles pasado. La administración se equivocó porque Kirchner fue un líder político que dejaba viuda a la presidenta de la Nación. No es lo mismo. Kirchner no tuvo el genio de Maradona, pero Maradona no tuvo la dimensión política de Kirchner.
Lo que sucedió durante el velatorio del expresidente fue un desfile incesante de militantes bañados de lágrimas, envueltos por un silencio casi ritual. Fue una especie de misa pagana. Otra cosa es meter el fútbol en la Casa de Gobierno, con sus pasiones y sus emociones. También con sus barrabravas, que ningún político ni dirigente del fútbol pudo combatir eficazmente nunca. Muchos de esos violentos han estado en la cárcel o deberían estarlo. El dogma se quedó sin magia. Para peor, Cristina Kirchner ordenó cerrar las puertas de la sede gubernamental para que ella estuviera sola cuando se despidiera de Maradona y saludara a su familia. El gentío creyó que se había terminado el velatorio. Fue Cristina de cabo a rabo. Arbitraria y ególatra como el muerto del que se despedía. El fuego y la furia sucedieron a la mecha que se encendió cuando las puertas se entornaron.
Los caprichos tienen un precio.
Las muerte tiene un significado humano, no político. Nada fue tan explícito ni patético como el intento fallido de vestir al Gobierno de viudo de Maradona
Maradona fue un ídolo excepcional, pero la peripecia de su muerte no tenía por qué ser excepcional. La Argentina sufre como pocos países los estragos de la pandemia del Covid-19. Esa fue otra partida que Alberto Fernández creyó que iba a ganar con una carta salvadora. Encerró al país en una cuarentena de la que los argentinos no han salido aún totalmente, y se pavoneó comparando los supuestos buenos resultados locales hasta con Suecia. La pandemia se abatió cruelmente sobre el país. Ya costó la vida de casi 40.000 argentinos mal contados. El Presidente casi no habla de la enfermedad. Tampoco su ministro de Salud. Volvieron al principio. Tapabocas y distanciamiento social, reclamaban insistentemente. Y tenían razón. Hasta que ocurrió la muerte de Maradona.
Un millón de personas pasarían por la Casa de Gobierno, calcularon entusiasmados antes de que comenzara el velatorio. ¿Y la pandemia? ¿Y las precauciones? ¿No era que la salud estaba antes que la economía? Las filmaciones de la televisión, que no mienten, dan cuenta de que la multitud no usaba tapabocas (no todos, al menos) y que el distanciamiento no existió. ¿Por qué el resto de los argentinos no puede despedir a sus muertos y el Gobierno pudo hacer, en cambio, el espectáculo de una despedida masiva a Maradona? No se trata solo de los contagios que pudo haber habido entre la aglomeración de dolientes; también ellos pueden contagiar a muchos que no estuvieron en el velatorio. El tamaño de las consecuencias es impredecible. Pero lo cierto es que la estrategia del uso político de una muerte no miró más allá de los próximos tres metros.
¿Por qué el resto de los argentinos no puede despedir a sus muertos y el Gobierno pudo hacer, en cambio, el espectáculo de una despedida masiva a Maradona?
Organizar el velatorio de un mito es siempre difícil. Pero no es imposible hacerlo bien cuando hay un Estado eficiente y cuando la muerte no se cruza con el intento del lucro político. Salió mal. Esa es la única conclusión posible. Otra vez: ¿por qué callarlo? El Presidente tiene por costumbre andar por la vida echando culpas de sus desgracias. La culpa de la debacle económica es solo de Macri. Absuelve a su socia, Cristina, que dejó un país en bancarrota. La culpa de la pandemia es de los porteños que viajaron al exterior. La culpa de la inflación es de los empresarios, no de la emisión descontrolada de dinero que él ordenó. Ahora, la culpa de los desmanes durante el velatorio de Maradona es de la familia de Maradona y de Horacio Rodríguez Larreta. En la víspera del velatorio, cuando el propio Alberto Fernández se imaginaba en el centro de una multitud amable, contó públicamente que él mismo llamó a la exesposa de Maradona para ofrecerle la Casa de Gobierno.
Después, cuando todo se complicó, culpó a la familia. La familia, es cierto, aceptó la propuesta del Presidente. Pero ¿qué culpa pueden tener tres mujeres apenadas (exesposa y dos hijas) de lo que sucedió con la organización de un funeral multitudinario? ¿Qué hubieran podido hacer ellas para evitar lo que ocurrió? Si la culpa es realmente de esas tres mujeres, entonces resignémonos y aceptemos que el país está acéfalo. La Policía de la Ciudad no puede ingresar a la Casa de Gobierno, porque es territorio federal. La organización del velatorio popular estuvo siempre a cargo de la ministra de Seguridad nacional, Sabina Frederic , según se informó oficialmente. ¿Qué responsabilidad pudo tener entonces Rodríguez Larreta sobre la violencia frente a la Casa de Gobierno? ¿O, acaso, lo que se objetaba era que la policía porteña haya reprimido algunos desmanes que sucedieron a metros de la sede del gobierno federal? ¿Qué debió hacer entonces Rodríguez Larreta? ¿Permitir el vandalismo? La denuncia penal del kirchnerismo contra el gobierno porteño por reprimir la violencia fue un acto delirante de inconsciencia.
El viernes, el día después del sepelio de Maradona, a Cristina se le fue la tristeza. Siguió con su agenda imparable y le dio media sanción en el Senado de su propiedad al proyecto de ley que cambia las reglas para elegir al jefe de los fiscales según su gusto y paladar. Atrás había quedado el funeral de Maradona, tan estrafalario como su pobre país.
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Humor político: La Patria es el velorio
Alejandro Borensztein
Es increíble que, con todos los recursos, Tío Alberto y su ballet hayan hecho este papelón.
28/11/2020
Posiblemente la razón por la que los argentinos amamos tanto a Diego es porque logró el milagro de hacernos felices a todos juntos. Nos dio demasiado, tal vez lo que nunca nadie. Por eso, y antes que nada, el dolor y el agradecimiento eterno.
Ahora, hablemos del velorio.
En principio, solicitamos a la barra de Gimnasia y Esgrima de La Plata que tengan a bien devolver a la brevedad al Granadero Zapiola, ahora que los funcionarios del Gobierno nacional acaban de dejar el bolsito con el rescate solicitado en el andén de la estación City Bell del Ferrocarril Roca.
Asimismo informamos que el decreto presidencial Nº 4289/20 publicado sorpresivamente el jueves a la tarde, y en el cual se ordena la destitución inmediata de los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli, no es válido porque está firmado por el Rafa Di Zeo, Jefe de la Barrabrava de Boca.
Lo mismo cabe para el decreto 7768/20 según el cual se autorizó una transferencia de 10 millones de pesos de los fondos reservados de Presidencia de la Nación a la Peña de amigos del Club Almirante Brown. Los peritos detectaron que la firma del jefe de Gabinete estampada en el decreto, en realidad, fue falsificada por uno de los capos de la barra de Almirante Brown.
Dicho todo esto, lo que ocurrió este jueves no hizo más que confirmar algo que siempre supimos, pero que el velorio del Diego expuso como nunca: el peronismo ya no es lo que era.
Se podrán decir muchas cosas sobre el Movimiento Nacional Justicialista, a favor y en contra. Lo que nadie puede discutir es que el peronismo supo organizar unos velorios de la gran puta. Los mejores de la historia.
Empezando por el de Evita en 1952. Glorioso. Inolvidable. Arrancó el 27 de julio a las 11:00 de la mañana en el Ministerio de Trabajo (había fallecido el día anterior) y terminó en el Congreso Nacional el 11 de Agosto. O sea que duró… ¡¡16 días!! Hasta los gorilas tuvieron la posibilidad de despedirla. Y encima Dios acompañó en la tristeza: llovió casi todos los días. Un velorio impecable organizado por el number one: el General Juan Domingo Perón y su ballet.
Un poco más breve, pero igualmente impactante, fue el velorio del mismísimo General Perón que empezó el martes 2 de julio de 1974 en el Congreso Nacional y terminó el jueves 4 cuando Ricardo Balbín nos aflojó hasta las muelas con su frase inolvidable: “Este viejo adversario despide a un amigo”. También llovió sin parar los tres días.
Nobleza obliga, gran trabajo de Isabelita y su ballet.
Hay que destacar que ambos eventos se pudieron organizar a la perfección en una época en la que no había ni celulares ni computadoras ni cámaras de seguridad ni drones ni nada. Solo gente eficiente.
Es increíble que, con toda la tecnología y los recursos de hoy en día, Tío Alberto y su ballet hayan hecho el papelón que hicieron el jueves. No se lo merecían ni Diego ni su familia ni el pueblo. Pero bueno, es lo que hay.
Evidentemente, aquel peronismo que supo organizar los mejores velorios de la historia argentina, hoy está dirigido por una simpática batucada de inútiles. El recambio generacional se está haciendo esperar demasiado.
Es importante aclarar que Su Majestad Cristina no tuvo nada que ver. Ella sólo aprobó la idea, la mandó motorizar, imaginó que el velorio en la Rosada tapaba la crisis y reconstruía el relato y se ocupó de producir cuidadosamente su propia foto junto al féretro. Nada más. El resto fue todo mérito de Alberto y su inefable trío Cafiero/Wado de Pedro/Frederic. Los demás nombres mejor ni averiguarlos.
Es fácil imaginar cómo empezó todo este asunto, en plena conmoción mundial, con Maradona en las tapas de todos los medios del planeta y la comunidad futbolera internacional despejando toda duda sobre quién fue el más grande.
En ese mismo instante, habrá entrado corriendo al despacho presidencial un boludo (siempre hay un boludo) y dijo: “¡Tengo una idea genial, hagamos el velorio de Diego en la Casa Rosada!”.
Plano corto de la cara de Tío Alberto: “dejame que consulte y ya te digo” (cuando uno dice plano corto de Tío Alberto todos pensamos inmediatamente en Rolo Puente, así se entiende mejor el espíritu y el tono de lo que estamos viviendo en la Argentina).
Seguramente el jefe de Gabinete Cafiero habrá dudado, pero como él sospecha que está en la lista de los famosos “funcionarios que no funcionan”, no se debe haber animado a contradecirlos. A Ginés ya no le preguntan nada, de Trotta olvidate y Solá está demasiado ocupado tratando de explicarle al mundo que no somos chavistas y que pueden confiar en nosotros. Así los hechos, todos se entusiasmaron con la idea, nadie los frenó y allá fueron.
En síntesis, el gobierno de Alberto Fernández decidió organizar el velorio popular y masivo de Diego Armando Maradona en el corazón de la Casa Rosada al que asistirían un millón de personas, incluidos todos los barrabravas del país, bajo 30 grados de temperatura y en el medio de una pandemia mortal que, en pocos meses, ya se llevó a 38.000 almas argentinas. Hasta mi tía Jieshke sabía que no había ninguna posibilidad de que les saliera bien. Igual se mandaron.
El día que se descubra el nombre del funcionario al que se le ocurrió esta idea tendremos finalmente el tan esperado ganador del concurso del Pelotudo del Año.
Yo sabía que había que esperar que el año avance un poquito más antes de entregarle el premio a alguno de los candidatos favoritos. Es verdad que todavía falta diciembre y siempre puede aparecer un pelotudo imbatible, pero intentar manipular políticamente la muerte del Diego y terminar con los barrabravas subidos a las rejas de la Rosada, el Presidente de la Nación evacuado y el coronavirus haciéndose una panzada, es algo difícil de superar.
Pensándolo bien, tal vez hay otro personaje que podría competir por el trofeo y cuyo nombre deberíamos averiguar. Es el pelotudo que dijo: “Quedate tranquilo, yo me ocupo”.
Horas después, cientos de barrabravas corrían por los pasillos de la Rosada mientras en las calles daban otro capítulo de nuestra exitosa serie “La guerra civil argentina”.
Cuando la desesperación y el caos ocupó todo, alguien habrá llamado a la Reina para preguntar qué debían hacer. “Echale la culpa a Macri…y si no da, echásela a Larreta”, fue lo primero que se les ocurrió.
Dicho y hecho.
Para ser sinceros, es posible que cualquier gobierno de los que tuvimos en los últimos 100 años hubiera intentado utilizar políticamente el episodio de un modo parecido. Desde la fabulosa manipulación del entierro de Gardel (algún día contaremos esta historia) hasta hoy, ninguno se privó de hacerlo cuando algún evento cultural o deportivo lo permitía. Salvo un presidente que, cuando tuvo la oportunidad, y de hecho fue la mejor oportunidad de la historia con el Mundial del 86, resistió la tentación: Alfonsín. Cuándo no.
Se ha dicho muchas veces pero nunca está de más repetirlo: Don Raúl le cedió el balcón a Maradona y a sus compañeros para que ofrendaran al pueblo, reunido en Plaza de Mayo, la Copa del Mundo que trajeron de México. Alfonsín se quedó adentro. No fue la fiesta del alfonsinismo ni del radicalismo. Fue la fiesta de todos.
Ya sabemos que estadista, lo que verdaderamente se llama un estadista, nos toca uno cada medio siglo. No nos angustiemos tanto, matemáticamente faltan sólo 13 añitos para que aparezca otro como él.
Distinto es lo del Diego. Dios pone un Maradona sobre la Tierra cada mil años. Después de lo que vimos, sería un milagro que lo vuelva a poner en la Argentina.
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Recursos Humanos
Trabajos del futuro: los 7 puestos que están creando las empresas
Digitalización, automatización y home office revolucionaron el área de RR.HH. Cuáles son los puestos que las empresas tendrán que inventar en los próximos años.
Con el home office instalado, las áreas de RR.HH. deben garantizar las tecnologías, los procesos y la cultura adecuada. Para eso hará falta un "facilitador de trabajo remoto".
28/11/2020
El avance de la digitalización y la automatización en las empresas ya venía transformando los procesos laborales, eliminando algunas tareas y haciendo surgir otras. Pero la pandemia produjo una aceleración de los cambios todavía difícil de medir.
"Ni el mejor analista podría predecir el impacto de 2020", dice Robert Brown, vicepresidente del Centro del Trabajo del Futuro de la empresa Cognizant, desde San Franciso. "La analogía que yo usaría para explicar el efecto que el COVID-19 ha tenido en la velocidad del cambio para el futuro del trabajo es que ha comprimido el tiempo como un acordeón: muchos de los trabajos del futuro se volvieron trabajos del ahora", asegura.
Las oficinas necesitan rediseñarse y surgirá el arquitecto ambiental para lugares de trabajo. Foto: Gentileza Cushman y Wakefield.
En mayo, Cognizant, que presta servicios a empresas para la transformación de los negocios, elaboró un extenso documento sobre los puestos de trabajo que aparecerán en el corto, mediano y largo plazo. Aquí, los 7 trabajos del futuro que más próximos se encuentran para el área de RR.HH.
1- Facilitador de trabajo remoto
"Este es un trabajo del ahora", asegura Brown. "Cuando empezamos a escribir esta investigación, hacia fines de 2019, un porcentaje muy pequeño de los empleados, predominantemente de profesiones de 'cuello blanco', estaban trabajando a distancia.
Pero identificamos que muchas compañías estaban pensando cómo incorporar el home office", cuenta.
Entonces llegó el coronavirus "y prácticamente de la noche a la mañana las compañías que estaban pensando una estrategia de home office para implementar en dos años tuvieron que ejecutar el plan en un fin de semana", asegura.
Con el home office instalado para quedarse, las áreas de RR.HH. deben ahora poner en práctica las lecciones aprendidas este año y garantizar que la organización tenga las tecnologías, los procesos y la cultura adecuada para incorporar de manera definitiva el trabajo a distancia.
El facilitador de trabajo remoto tiene que asegurar que cada trabajador a distancia "tenga la tecnología que necesita para trabajar. Va a evaluar, presupuestar e integrar nuevas herramientas de colaboración que estén emergiendo", describe Brown. La otra parte importante de esta tarea será "lograr que los trabajadores a distancia mantengan el equilibrio entre el tiempo de trabajo y el tiempo hogareño", agrega.
2- Director de estrategia de continuidad del negocio de RR.HH.
Como mostró la pandemia, en cualquier crisis, el área de RR.HH. necesita trabajar en sintonía con los distintos jefes para la continuidad del negocio, la planificación y la seguridad corporativa.
El director de estrategia de continuidad del negocio liderará iniciativas entrelazadas para mitigar incidentes que interrumpan el proceso de trabajo y elaborar tácticas para predecir, prevenir y minimizar el impacto de esas crisis en los empleados.
"Este es otro rol emblemático del ahora", observa Brown. "Es altamente estratégico: se trata de la planificación de la contingencia frente a desastres naturales o provocados por el hombre. Este puesto de trabajo consiste en proveer liderazgo estratégico y proporcionar asociaciones multifuncionales entre distintas áreas, desarrollando protocolos para el planeamiento de respuestas a incidentes y su preparación".
3- Coach para segundas etapas de carrera
Este puesto responde a dos fenómenos crecientes: el envejecimiento de la población en Occidente y cambios estructurales en la fuerza de trabajo.
"Lo que vemos ahora es que la dinámica de la fuerza de trabajo es tan fluida y hay tanta disrupción y cambios en roles y responsabilidades, que se vuelve necesario un coach para segundas etapas de carrera que tendrá el rol de ayudar a los empleados que están haciendo un cambio", señala Brown. Este rol abarca cuestiones como aprendizaje y desarrollo, "pero también se trata de asegurar que haya una buena alineación de habilidades para la transformación de la fuerza de trabajo", dice.
4- Arquitecto ambiental del lugar de trabajo.
Este arquitecto colaborará con los equipos corporativos y de RR.HH. para garantizar que las oficinas estén diseñadas teniendo en cuenta la salud y el bienestar de clientes y empleados. Las tareas de este puesto incluirán la adquisición de bienes raíces, la gestión de instalaciones y el diseño centrado en el ser humano.
"Esta posición está un poco más lejos en el tiempo", observa Brown. "Y probablemente suceda como resultado del retorno al trabajo y de los cambios estructurales a partir de la pandemia".
Cuestiones como la limpieza, la eficiencia en los ingresos y egresos, la circulación se sumarán a el diseño de espacios sustentables en el marco del cambio climático. "El arquitecto del lugar de trabajo va a ser responsable por dónde y cómo trabajamos, contribuyendo al bienestar de los empleados desde la arquitectura", asegura.
5- Gerente de "economía gig"
El término "economía gig" hace referencia a formas de trabajo eventual, freelance y part-time. "Vemos crecer una gig economy interna en compañías muy grandes en las que históricamente los trabajadores estaban organizados en estructuras muy jerárquicas y la adopción por parte de las empresas de trabajadores que se suman por proyectos", explica Brown.
Este puesto será el responsable de gestionar "el flujo de información táctica de los trabajadores y los nuevos desarrollos en tecnología que hacen posibles este tipo de trabajos", señala Brown. Por otra parte "también tendrá una mirada estratégica de lo que puede implicar la gig economy para una organización y cómo puede aplicarse el modelo en distintos procesos y áreas".
6- Analista de red humana
Según Cognizant, las empresas se organizan en forma de redes dinámicas de nodos conectados, libres de prioridades o rangos predefinidos. Entenderlas significa descubrir cómo la gente realmente se conecta para hacer el trabajo. El analista de red humana sintetizará y analizará estas redes y proporcionará una radiografía del funcionamiento interno de la organización.
7- Coach de Capital Humano
Retener talento calificado es una de las principales preocupaciones de la mayoría de las empresas de todo el mundo. "Retener a los empleados hoy en día va mucho más allá de proporcionarles un buen salario y beneficios", dice el informe de Cognizant. "También se necesita ayudarlos a desarrollar sus carreras, reconocer el valor de cada uno y fomentar su participación en actividades que sean enriquecedoras, dándoles tiempo para soñar, imaginar, innovar y jugar", asegura. Esa será la tarea del coach de capital humano.
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OPINIÓN | ACTUALIDAD POLÍTICA
Bad information
Graciela Guadalupe
29 de Noviembre de 2020
"Utilizamos Google Translate, el cual es un sistema que, si bien no es exacto, es una herramienta muy utilizada a nivel mundial".
(Del portal de Turismo cordobés).
No siempre resulta necesario reproducir la literalidad. Depende de quién pronuncia la frase y del mensaje que da. Raúl Alfonsín le dijo literalmente "a vos no te va tan mal gordito" al gremialista que le gritaba "tenemos hambre" durante una marcha en Neuquén.
Carlos Menem anunció, literalmente: "Dentro de poco tiempo se va a licitar un sistema de vuelos espaciales mediante el cual, desde una plataforma, que quizá se instale en Córdoba, esas naves van a salir de la atmósfera, se van a remontar a la estratósfera, y desde ahí elegirán el lugar donde quieran ir, de tal forma que en una hora y media podremos estar en Japón, Corea o en cualquier parte del mundo y, por supuesto, más adelante en otro planeta si se detecta vida".
Literalmente, Duhalde prometió "el que depositó dólares recibirá dólares"; Néstor, "un país serio"; Cristina, "gobernar para todos"; Massa, "meter presa a Cristina"; Macri, "pobreza cero", y Alberto, "llenar la heladera de los argentinos".
En esos casos, la literalidad funciona perfectamente. No hay nada que traducir. Pero en la vida -como en los distintos idiomas- no todo es literal.
Vayamos al caso concreto del sitio oficial de Turismo de Córdoba, que para atraer visitantes del exterior usó el traductor de Google. Ahí estaba el gringo tomando un milkshake cuando le llegó el aviso de viajar a Get out if you can (Salsipuedes) o a Garotas Serras (Sierra Chica) o a Skirt (La Falda) o a Nerd (Nono, pero reinterpretado por el traductor automático como Ñoño y de ahí lo de Nerd.).
Hay que tener en cuenta también el metamensaje que generamos. ¿Quién le garantiza al gringo que Salsipuedes es un lugar seguro con semejante traducción?
Esto recuerda las clases de inglés que tomaba Gaturro, el personaje que popularizó el querido Nik, allá por los 90.
Exponente máximo del Brutish English, Gaturro fue un insuperable dolor de cabeza para sus profesores. Para Gaturro, tangente se decía so people; astronomía, star no mine; albino, to the wine; consuelo, with floor; Caballito, little horse; andaluz, go light; premisa, before church, y afinado, was died.
Bad information faltó que le reprochara Cristina Kirchner a Gaturro, tal como le recriminó a un periodista de The New Yorker al responderle una pregunta sobre el caso Nisman.
A lo que Gaturro, con su literalidad desfachatada seguramente le hubiera retrucado: "It doesn't happen orange, champion".
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LIFESTYLE | SÁBADO
Claudia Villafañe merece no ser una santa
Mercedes Funes
Crédito: Gentileza Telefe
28 de Noviembre de 2020
"Me gustaría que Claudia diga: 'Aunque estés muerto te sigo amando'"
En la necesidad enorme de romantizar la historia, la imagen salta sin solución de continuidad de aquel Diego entero de La noche del Diez, quince años atrás, a la de esta Claudia que llega corriendo a la quinta de Tigre, la que camina a paso firme y le abre paso a sus hijas en la Casa Rosada, la que organiza el funeral, la de esta Claudia que cumple y lo cuida -lo quiere- aunque esté muerto, hasta el final.
Maradona y Claudia Villafañe ya estaban divorciados hacía dos años cuando él se hizo esa autoentrevista que en estos días los medios y las redes reprodujeron al infinito, pero eso no impidió que el Diez la comprometiera en público y para la posteridad con un voto aún más exigente que el matrimonial.
Consciente de su trascendencia, Diego era un Dios posesivo que le pedía a Claudia que lo amara no "hasta", sino incluso cuando la muerte los separase.
Asumimos que Diego era ese Dios que ahora lloramos, pero también que Claudia fue la santa capaz de tolerarlo. Frente a los escándalos, las adicciones, las infidelidades, los hijos extramatrimoniales, ella fue la abnegada, la discreta, la resignada, esa a la que llegaron a preguntarle en un reportaje: "¿Cómo aguantás tanto?" Aguantaba, claro, porque aguantar era lo que le habían enseñado, aguantaba "por las nenas", aguantaba porque era la mujer del máximo ídolo del más machista de todos los deportes.
Aguantaba porque él "siempre volvía a casa" y ella tenía que ser casa, el lugar seguro. También vivió su propio cuento de hadas: de aquel cuarto de Fiorito que compartía con sus padres y su hermana -como recordó hace poco en Masterchef-, a protagonizar "la boda del siglo" en el Luna Park, en 1989. La ley de divorcio en la Argentina se había promulgado apenas un año antes: Claudia aguantaba porque era lo que las mujeres habían hecho desde siempre.
¿Cómo no íbamos a convertir a Claudia en una santa si es el símbolo extremo de lo que vivieron tantas mujeres de su generación? Como muchas, Claudia fue "la bruja". Al igual que a Diego, la sociedad le dio un lugar demasiado pesado, injusto: era su responsabilidad ponerle un límite al ídolo desbocado, contener ella sola esa desmesura que en la cancha fue una fiesta, ocuparse por su cuenta de desmalezar al entorno y en medio de eso criar a sus dos hijas con la mayor estabilidad posible. Sola.
Dios estaba ocupado siendo Dios y también embarazando a otras mujeres, pero de ella se esperaban devoción y fidelidad incluso después de la separación.
Es el mismo papel al que el Gobierno la expuso el jueves durante el funeral, como si hubiera sido responsabilidad de ella, en pleno duelo, controlar la pasión popular de la despedida. Y entonces, de nuevo estuvo sola custodiando el cuerpo de Diego hasta el final. Como cuando pasaba las noches sobre un sillón atravesado contra la puerta, con las llaves escondidas, para que no saliera a comprar cocaína.
Como cuando le rezaba a la Virgen para que no se lo llevara en aquel año nuevo del 2000.
"Mi historia es una historia de aguantar lo inaguantable, de tolerar lo intolerable y de justificar lo que no tiene justificación. Y todo en nombre del amor por quien fuera el hombre de mi vida y el padre de mis hijas", declaró Claudia en su demanda por violencia psicológica este año, cansada de callarse ante acusaciones cada vez más crueles de Diego.
Ya la había tratado de ladrona en 2017, furioso por la difusión de una foto de su pareja de una década, con la que durante años evitó mostrarse en público para no ofenderlo. Todo eso quedó a un lado cuando la salud de Diego se complicó en las últimas semanas: ahí estuvo de nuevo Claudia en la Clínica Olivos para acompañarlo. Alguna vez había dicho: "Mientras lo pueda ayudar, seguiré visitándolo".
Es probable que Claudia sea una santa, pero merecería el crédito aunque no lo fuera y tiene todo el derecho del mundo a no serlo: nuestro Dios no fue ningún santo, y lo adoramos igual. Lo más probable es que Claudia sea una santa, pero merece finalmente ser apenas la Tata. La empresaria, la productora, la madre, la abuela de Benjamín y Roma.
La que justo este año se permitió por primera vez un lugar de protagonismo con su participación en el programa más visto de la televisión. Lo dijo Santiago del Moro el día que murió Diego: "Acá en este programa, todas las noches, brilla ella: Claudia Villafañe".
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OPINIÓN | ACTUALIDAD POLÍTICA
Una triste carta para Diego
Carlos M. Reymundo Roberts
28 de Noviembre de 2020
Ayer me puse a escribir esta columna y de pronto, sin haberlo previsto, lo que me salió fue una carta a Diego. Una carta triste. Bueno, todos estamos así, por su ida y por esa despedida, tan atroz. Le abrí mi corazón. Esto fue lo que le puse.
Querido Diego, ahora sí descansás en paz; la cosa se demoró algunas horas, te tuvieron que correr de apuro en la Casa de Gobierno, profanaron la capilla ardiente y tu hora más sagrada, pero finalmente encontraste el sosiego. Descansarás de esos que, en tu entorno (médicos, abogados, arribistas), venían causándote tanto daño, sumado al daño que, como lo admitiste tantas veces, vos mismo te habías hecho. Cómo es posible que te hayan llevado -o no te hayan impedido ir- a la cancha de Gimnasia el día de tu cumpleaños, si no podías mantenerte en pie. Era el estreno del patrocinio de YPF en tu buzo y ahí estaba Tinelli, con lo cual se entiende muy bien: el show debía continuar.
A propósito: qué solo te dejaron en tus horas finales. Un sobrino tuyo dice que te cruzó por la casa a las 11 de la noche del martes, y alguien fue a tu cuarto a las 11.30 de la mañana del día siguiente y te encontró ya sin vida; ¿más de 12 horas sin que nadie velara por un enfermo terminal? ¿Más de medio día sin compañía y sin asistencia? Millones de personas en todo el mundo hubiesen querido estar ahí para sostener tu aliento, pero las poquitas que podían hacerlo, no estuvieron, vaya a saber por qué. Me dicen que desde hace unos años no era sencillo seguirte, acomodarse a tu forma de vida y a tu depresión; también es cierto que allí, a tu alrededor, se había formado un mundo de intrigas, intereses y conflictos; pero vos te estabas yendo, tus más cercanos lo sabían, y a ninguno se lo vio junto a tu cama. ¿Acaso alguien te encapsuló?
El escritor español Juan Cruz habló ayer, en Clarín, de "la soledad de oro y mierda" que constituye el triunfo deportivo.
Descansarás de los políticos. Qué barbaridad lo que hicieron esos políticos a los que, además, defendiste (ahí, como con Fidel o Maduro, no puedo seguirte). En el peor de los escenarios, intentaron que jugaras para su equipo cuando el partido ya había terminado; en el mejor, son atolondrados e ineptos. No hablo con el diario del lunes: se sabía que no hay forma de que 1 millón de personas quepa, por decirlo así, en 10 horas; se hubiesen necesitado dos o tres días. También lo sabía el Gobierno, que intentaba convencer a tu familia de prolongar el velatorio; increíble: tu familia, que desde el miércoles había advertido que no quería una ceremonia ni larga ni monumental, tenía que dejar de llorarte para hacer frente a la presión de los funcionarios que se alternaban para pedirle una extensión del horario.
Y bueno, viste lo que pasó: apenas la gente se enteró de que había sido mal convocada, engañada, que no te iba a poder despedir, se desmadró todo; cientos treparon las rejas e invadieron la Casa Rosada; quién iba a decir que la movida usurpadora de terrenos, campos e iglesias no perdonaría ni a la Casa Rosada. Yo hubiese puesto la seguridad en manos de Gildo Insfrán, que ya se sabe que no deja pasar a nadie. Los invasores llegaron hasta el Patio de las Palmeras, que no sufría tamaño ultraje desde los patios militantes de Cristina. Hablando de Cristina: conseguiste lo que nadie, juntarla con Alberto, pero qué lástima que durara tan poco; el horno no está ni para que se refugien juntos: él se atrincheró en su despacho; ella, en el de Wado.
El profesor ya tiene tres nuevas fotos en su álbum: haciéndose selfies con los que estaban en la fila para entrar, en el balcón pidiendo calma y tirado con un casco debajo de su escritorio.
A vos, Diego, te llevaron zumbando a otro salón y te rodearon de soldados; el silencio de las armas había reemplazado al rumor doliente de las multitudes.
Por fin descansarás a tus anchas; descansará tu cuerpo, veterano de mil batallas, y tu cabeza, rápida y hábil como tus piernas; como tu cuerpo, maltratada, deshecha. Aquí no descansaremos hasta saber si lo de anteayer fue, además, un desastre sanitario; después de la memorable nota de Héctor Guyot no queda mucho más por decir sobre eso, pero es raro que un gobierno que no quiere ver ni a 10 chicos en un aula, distanciados, invite a apretarse a un millón de personas.
Descansarás de tipos como yo, que, como escribí el miércoles, durante 30 años no supe entenderte, no supe ver la historia completa; me quedaba con todas esas cosas objetivamente cuestionables -caprichos, excesos, violencias-, sin atender las causas y el contexto. Gracias a Dios (y, vuelvo a decirlo, gracias al amigo que tenemos en común, Daniel Arcucci), esa obstinación en negarte dio paso a una mirada mucho más comprensiva. El miércoles, te lloré.
¿Viste las tapas de los diarios de todo el mundo? Qué tremendo homenaje. Ayer me estaba acordando de cuando fui a ver tu debut en el seleccionado, en la Bombonera, frente a Hungría. Tenías 16 años y entraste a los 20 minutos del segundo tiempo bajo un rugido de emoción y esperanza, porque ya se presumía que eras un crack. Cada toque tuyo, cada intervención era seguida de murmullos y aplausos. Un día inolvidable.
Por entonces eras argentino; hoy no tenés fronteras.
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OPINIÓN | LA MUERTE DE DIEGO MARADONA
La muerte de Diego Maradona. Postales de un país irresponsable
Héctor M. Guyot
Desbordes frente a la Casa Rosada durante el velatorio de Diego Maradona Fuente: LA NACION - Crédito: Santiago Filipuzzi
26 de Noviembre de 2020
La vida es un diálogo constante, a veces conflictivo, siempre necesario, entre los sentimientos y la razón. Cuando desborda, la emoción desdibuja los contornos de la realidad y crea las condiciones para la construcción de un mundo paralelo donde todo es efervescencia. La política sabe esto mejor que nadie. Y sobre todo la política del siglo XXI, en la que han brotado populismos que han hecho de la manipulación de las emociones un arte capaz de tapar los hechos con relatos en cuya engañosa consistencia estos regímenes se sostienen.
Como emoción genuina, el dolor por la muerte de Maradona no se discute. Es un hecho natural, espontáneo, consecuencia del fervor y la admiración que el ídolo despertó en la Argentina y el mundo en razón de su entrega y su talento. Y todo sentimiento, sabemos, pide expresarse. Sin embargo, otra cosa distinta es el aprovechamiento de esa congoja popular para obtener de ella un rédito político.
Y eso es lo que hizo el Gobierno, a juzgar por la despedida que organizó en la Casa Rosada.
En plena pandemia, el Presidente congregó a una multitud en su propia casa desestimando las prevenciones de distanciamiento en las que hasta aquí había insistido como si fueran un catecismo. Las reacciones que la muerte del ídolo despertó a lo largo del globo han sido impresionantes, pero eso no cambia el curso de la naturaleza. En su viaje de un cuerpo a otro, el virus no habrá reparado en la emoción compartida de los hinchas que llegaron a Balcarce 50. Simplemente, habrá aprovechado esa proximidad de unos y otros para propagarse a sus anchas. En la convocatoria del Gobierno a estas exequias parece haber menos imprevisión -se dice que esperaba un millón de personas- que falta de coherencia y de responsabilidad. Además de una cuota grande de torpeza.
Los incidentes empezaron a gestarse temprano, apenas se abrieron las puertas. En medio de cantos, llantos y otras muestras de fervor, un grupo intentó derribar las vallas de contención y enfrentó a la Policía. La impaciencia multiplicaba la presión y los empujones.
La tensión llegó hasta la Avenida de Mayo y la muchedumbre se volvió incontrolable. La batahola y los gases lacrimógenos llegaron hasta el Patio de las Palmeras. Somos un país incomprensible: mientras el fútbol se juega en canchas vacías, el Gobierno convoca a un pogo multitudinario donde la última preocupación es el coronavirus. Un pogo caótico en el que quedó reflejada, también, la degradación de una sociedad.
Mientras el fútbol se juega en canchas vacías, el Gobierno convoca a un pogo multitudinario donde la última preocupación es el coronavirus
Más incomprensible parece todo si se recuerda que esto ocurre después de una de las cuarentenas más largas del mundo, que causó y sigue causando daños en muchos casos irreparables desde el punto de vista económico, social y psicológico. Hace rato que al Gobierno se le ha ido de las manos la gestión de la pandemia y solo apuesta a la llegada de la vacuna, pero esta invitación masiva a la Casa Rosada para despedir a Maradona configura un gesto de desaprensión difícil de explicar. En lugar de llamar a Javier Grosman, productor estrella del kirchnerismo, para organizar el velatorio, ¿no debió el Presidente consultar a su equipo de infectólogos? ¿Qué autoridad tendrá ahora para seguir con la gestión de la pandemia?
Hace rato que al Gobierno se le ha ido de las manos la gestión de la pandemia y solo apuesta a la llegada de la vacuna, pero esta invitación masiva a la Casa Rosada para despedir a Maradona configura un gesto de desaprensión difícil de explicar
Las imágenes de hoy remiten, por contraste, a la de aquellos formoseños que estuvieron meses varados frente al río Bermejo a la intemperie, porque el gobernador Gildo Insfrán prohibía el ingreso a su provincia invocando razones sanitarias. La medida derivó en la muerte de Mauro Ledesma, quien, al no poder ingresar por el puente Eva Perón, intentó cruzar el río a nado para reencontrarse con su mujer y su hija, y murió ahogado. La ministra de Seguridad, Sabina Frederic, calificó la política de Insfrán contra el coronavirus de ejemplar. ¿Qué diría del desmadre de hoy en Casa Rosada y alrededores?
Tampoco se explican las imágenes de hoy ante el padecimiento de Abigail Jiménez, una chica de 12 años enferma de cáncer que debió entrar a Santiago del Estero -en la que el matrimonio de Gerardo Zamora y Claudia Ledesma gobierna alternadamente desde hace 15 años- en brazos de su padre porque la policía impidió el paso de su auto alegando falta de permiso sanitario. ¿Cuánta gente no pudo, en estos meses de cuarentena, darle el último adiós a un ser querido porque los señores feudales clausuraban sus fronteras? El kirchnerismo va de la prohibición autoritaria al jubileo.
Es lo que sucede cuando no hay un plan responsable.
En cuanto a la responsabilidad por lo sucedido hoy, como de costumbre, se la endilgarán a otro. "Este homenaje popular no puede terminar en represión y corridas a quienes vienen a despedir a Maradona", dijo por Twitter el ministro del Interior, Wado de Pedro, cargando las tintas sobre el gobierno de la Ciudad y su policía.
El populismo se nutre de los mitos y hoy el Gobierno buscó embeberse en el de Diego Maradona. Ante los problemas que afronta, llamó a la emoción para que viniera en su ayuda. Tal vez en el oficialismo recordaron el efecto que tuvieron las exequias de Néstor Kirchner sobre la figura de Cristina, que en medio de aquellos ritos de despedida asumió el papel de viuda doliente y salió muy fortalecida. La Argentina es un país proclive a la emoción. También, a sus desbordes. Pero hay ciertas manipulaciones que indefectiblemente están llamadas a salir muy mal.
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OPINIÓN
La sociedad se refleja en su ídolo
Héctor M. Guyot
27 de Noviembre de 2020
El 22 de junio de 1986, en el Mundial de México, la selección argentina de fútbol le ganó a Inglaterra 2 a 1 con dos goles de Maradona. En el primero, el diez salta frente al área chica para disputarle una pelota llovida al arquero inglés. Diego llega primero y la mete dentro del arco gracias a un veloz movimiento de la mano que el árbitro no registra. En el segundo, desde atrás de mitad de cancha, con la pelota atada a su pie izquierdo, Maradona deja un tendal de jugadores ingleses en el camino hasta que la empuja hacia la red. "En el mismo partido, Dios y diablo, marcó los dos goles más famosos de la historia del fútbol", resumió el presidente francés, Emmanuel Macron, en una sentida carta de homenaje.
No sabemos en cuál de los goles vio Macron a Dios y en cuál al diablo. La duda cabe porque el gol de la malicia, celebrado y discutido por igual, quedó finalmente adjudicado a la "mano de Dios", mientras que el otro, un derroche de talento y potencia, parece el resultado de un pacto fáustico. Lo que importa en todo caso es que en ese partido, en esos goles, se reflejan dos caras contrapuestas del ídolo. El bien y el mal, como sugiere la carta de Macron, la trampa y la virtud, la exhibición deslumbrante y aquello que debe permanecer oculto.
Puede leerse allí, en su hora de gloria, que la contradicción es un atributo que acompañó la vida de Maradona, más allá de la discusión acerca de dónde o cuándo era "Dios" y dónde o cuándo "diablo".
Es delicado comparar las características de un ídolo con las que se le asignan a la sociedad de la que surgió, pero el ejercicio queda justificado en tanto el mito construido alrededor del ídolo es de algún modo una proyección colectiva. Al mismo tiempo, creer que la sociedad es una sola y que es posible dotar a ese colectivo multifacético de atributos que apunten a un supuesto "ser nacional" también tiene sus riesgos, además de ser reduccionista e injusto. Menos metafísicos, podemos pensar en cambio en las correspondencias que existen entre ciertos aspectos de la personalidad de Maradona y algunas pulsiones que se expresan en la sociedad argentina que, convertidas en acto, van marcando el derrotero del país.
La contradicción, como se dijo, y al margen de cualquier connotación valorativa que quiera dársele, fue parte de la vida de Maradona.
La lúcida mirada de Jorge Ossona describió algunas en una nota aparecida ayer en este diario: despreciaba a los poderosos, pero terminó postrándose ante muchos de ellos; siempre fue el de Fiorito, pero disfrutaba de la riqueza "como el mejor de los bacanes" y miraba desde lejos el mundo de pobreza del que salió; reivindicaba a la familia, "pero sembró el mundo de hijos a los que despreció, aunque finalmente los reconoció" (en una actitud tardía que, al cabo, lo honra, apunta Ossona). Elija usted las contradicciones que marcan a nuestra sociedad. Lo ayudo con una: somos el paraíso de la amistad y la familia, del calor humano, pero desconfiamos unos de otros y, a falta de reglas de convivencia, vamos por la vida a los codazos en refriegas cotidianas que consumen nuestra mejor energía.
Otro atributo de Maradona era el corazón. En él, todo parecía ser sentimiento. Pocas veces el talento y la garra coinciden en una misma persona.
Maradona tenía ambas cosas en grado superlativo, pero diría que esa entrega total del corazón dentro de la cancha era lo que lo hacía único. Fuera del campo de juego, esa emocionalidad al palo lo traicionaba. Muchas veces fue aprovechada tanto por su entorno como por el poder, que buscó lavar crímenes y pecados asociándose al mito viviente y haciendo suyos los valores que la gente proyectaba en él. En correspondencia, hay en la sociedad que lo venera una tendencia a poner el sentimiento por encima de todo. Eso la lleva muy seguido a exacerbar en forma desmedida las emociones, lo que desvirtúa el sentimiento genuino y nubla el entendimiento. Por supuesto, esto es aprovechado por los poderosos y en especial por los políticos populistas, que manipulan las emociones y fomentan la devoción ciega hacia el líder para establecer una relación de subordinación que reduce a los ciudadanos a la condición de súbditos.
Tanto Maradona como la sociedad argentina se han caído y levantado muchas veces. Sin embargo, y al margen de su resistencia, persistió en los actos del ídolo una pulsión autodestructiva que fue reduciendo sus capacidades y lo condenó a una vida corta. Por más que sus adicciones y conflictos se hacían irremediablemente públicos a medida que los vivía, no me atrevo a arriesgar qué fantasmas o demonios internos lo llevaban en forma recurrente a hacerse mal. Podría decir lo mismo de nuestra sociedad, que hoy asiste al ataque que un gobierno elegido por el voto ha lanzado contra la Justicia y las instituciones que rigen su vida política y social. Toda sociedad, como toda persona, se define en el debate con sus fantasmas y demonios.
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La conmovedora oración de un soldado soviético convertido antes de morir
Una de las esencias del comunismo que se ha evidenciado de manera más clara allá donde esta ideología totalitaria se ha puesto en práctica ha sido la de intentar arrancar el alma a la persona, intentar arrebatarle su ser espiritual para que pase a ser únicamente un número, un ente al servicio de los intereses del partido o del estado. China, Corea del Norte o la URSS son algunos ejemplos de ellos.
La URSS fue un claro ejemplo de ello e intentó eliminar la religión y la fe de su pueblo. Su radical programa de ateísmo ha dejado un país muy mermado espiritualmente, con mucha gente que no conoce a Dios y que no encuentra un sentido a su vida.
Sin embargo, el comunismo no pudo vencer y son numerosos los ejemplos de conversión en medio de la persecución y de la perseverancia en una fe inquebrantable que ningún partido ni ningún cuerpo de inteligencia pudo borrar.
La persecución alimenta la fe y así quedó acreditado. En la URSS florecieron vocaciones en medio de una educación ateísta y anticristiana e incluso en ocasiones las autoridades soviéticas no pudieron frenar la religiosidad popular del pueblo.
Esto mismo ocurrió con miles de jóvenes soldados rusos durante la II Guerra Mundial. Pese a que habían sido educados en el ateísmo soviético muchos de ellos se encomendaban a la Virgen de Kazán y otros tantos aunque no habían oído hablar de Dios, encontraban la fe en medio de la batalla. Cómo ocurría esto sólo Dios lo sabe.
De hecho, el predicador de la Casa Pontificia, el padre Raniero Cantalamessa durante una homilía recordó una preciosa historia sobre uno de estos jóvenes soldados rusos durante la II Guerra Mundial.
Contaba el fraile capuchino como introducción a esta historia que “la fe no exime a los creyentes de la angustia de tener que morir, pero la alivia con la esperanza.
El prefacio de la misa de mañana dice: ‘si nos entristece la certeza de tener que morir, nos consuela la esperanza de la inmortalidad futura’.
De este modo, enmarca este “conmovedor testimonio” en la Rusia soviética y cuenta como en 1972 se publicó en una revista clandestina la oración encontrada en el bolsillo de la chaqueta del soldado Aleksander Zacepa.
Lo hallaron muerto pero la oración había sido escrita pocas horas antes de la batalla en la que perdió la vida durante la guerra. Había sido preparado por Dios para este momento.
El joven soldado se dirige a un Dios que no conocía, del que no le habían hablado. Pero en medio de la muerte lo había descubierto y aún sabiendo que su vida estaba en juego confesaba ya no tener miedo a morir pues había descubierto precisamente dónde estaba la verdadera vida.
Esta es la oración íntegra hallada en el bolsillo de Aleksander Zacepa:
¡Escucha, oh Dios! En mi vida no he hablado ni una sola vez contigo,
pero hoy me vienen ganas de hacer fiesta.
Desde pequeño me han dicho siempre que Tú no existes...
Y yo, como un idiota, lo he creído.
Nunca he contemplado tus obras,
pero esta noche he visto desde el cráter de una granada el cielo lleno de estrellas
y he quedado fascinado por su resplandor.
En ese instante he comprendido qué terrible es el engaño...
No sé, oh dios, si me darás tu mano,
pero te digo que Tú me entiendes...
¿No es algo raro que en medio de un espantoso infierno
se me haya aparecido la luz y te haya descubierto?
No tengo nada más que decirte.
Me siento feliz, pues te he conocido.
A medianoche tenemos que atacar,
pero no tengo miedo,
Tú nos ves.
¡Han dado la señal!
Me tengo que ir.
¡Qué bien se estaba contigo!
Quiero decirte, y Tú lo sabes,
que la batalla será dura:
quizá esta noche vaya a tocar a tu puerta.
Y si bien hasta ahora no he sido tu amigo,
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The 7 Secrets of The Greatest Speakers in History
Richard Greene
Nov 5, 2014
TEDxOrangeCoast
This talk was given at a local TEDx event, produced independently of the TED Conferences. "Never give a “Speech”, says Richard Greene. In this masterful talk, he explains how the great speakers in history use 7 secrets and how we can all become a great speaker by following these secrets and by not just giving a "speech" but rather creating "conversations" from the heart.
Richard has dedicated himself to creating new paradigms in Public Speaking, Politics, and even our understanding of God
Called "The Master of Charisma" by The Sunday Times, Richard quit his law practice to coach Presidents, Prime Ministers, Senators, Governors, CEOs, Royalty and celebrities in 44 countries. Chief Judge on TLC's "The Messengers", Author, "Words That Shook The World: 100 Years of Unforgettable Speeches and Events".
Richard Studied Political Science in The US and UK, ran for Congress in 1992, advises countless political leaders, hosted "Hollywood CLOUT", a live "Hollywood Meets Politics" talk show on Air America Radio for 3 years, blogs for The Huffington Post, created the non-partisan, celebrity driven "Choose YOUR America" campaign and "The 2014 Midterm Election 'Answer-Thon'" to increase political engagement in America.
http://www.richardgreene.org/
TRANSCRIPT:
It’s 1903 and this extraordinary guy named Teddy Roosevelt is standing on the edge of the Grand Canyon. And at that time people wanted to create hotels and spas and turn the Grand Canyon in 1903 into a profit-making Disneyland of the environment.
And he stood and said no and he created a tipping point for the environmental movement and for the world. He said:
“Leave it as it is. The ages have been at work on it and man can only mar it.”
The world would have been a different place today without those words, those tipping point words from President Theodore Roosevelt.
Fast forward. His fifth cousin President Franklin Roosevelt, 30 years later, 1933 in the midst of a huge crisis, the Great Depression of America, said a few words to create a tipping point towards healing for the United States.
“First of all, let me assert my firm belief that the only thing we have to fear is…fear itself — nameless, unreasoning, unjustified terror which paralyzes needed efforts to convert retreat into advance.” – President Franklin Roosevelt
The world would have been a different place without those words at that time from that man.
So in my 30 years of studying public speaking and great speeches, I found that there are 7 secrets that great speakers do that other people don’t.
And it’s my belief that every single human being can be a great speaker and that their words can create a tipping point, and that their words and their essence can change the world.
The first secret is about words and understanding that words can be the best, the most amazing in the world but they only actually touch people and communicate 7% of the impact that one human being has on another.
Voice tone, the variation in your voice, the enthusiasm, the love, the passion that comes through your voice, 38%, your body language, or you’re looking into someone’s eyes, or you’re looking over their head and not connected.
So words, voice tone and body language, those are the three vehicles, the three pathways that great communication happens in.
Secret number 4, what most people do is they throw so much data out trying to prove that they’re smart trying to get all the content out. Words are the 7%. What is important is what is that one thing that you want to leave people with. What is that headline? That’s what makes a great speech and that’s what we’re talking about today.
Secret number 5 is fascinating. If you are afraid, are any of you afraid of public speaking? 41% of the world across cultures is terrified almost to the point and often to the point of actually turning down speaking appointments, whether they’re political leaders or business leaders or charitable leaders, they turn down opportunities to shake the world because they’re scared.
There are a lot of reasons why people are scared but in my experience, the number one reason is that we don’t know what public speaking really is.
We don’t know the true definition.
The true definition of public speaking is that public speaking is nothing more than having a conversation from your heart about something that you are authentically passionate about. If you think it’s a performance, you’re going to be zero percent you and 100% actor and we don’t get to see and experience and feel who you are.
So I want you to write the word SPEECH down on a piece of paper and I want you to put a circle around it. And I want you to put a line through it. I don’t want you ever, ever to give another speech. That’s not what great speakers do. They don’t give a speech, they don’t give a performance, they don’t make a presentation to the audience. They have what? They have a conversation with — it is a circle, it brings us all together. We are a web connected to every other person. That’s what great speakers do.
When I first met Princess Diana, she looks me in the eyes and says:
“You know, I’m so scared of public speaking and I wish that I could do what Charles does”.
Now this was when they were actually breaking up, so it’s even more difficult for her to admit that.
And I said, “What does he do?”
She said, “Well, he just stands up there and he tells this funny joke and then he moves on and he’s completely unfazed by it.”
And I told her that Prince Charles doesn’t have what she has. And what she had was what touched and moved the world. People connected with her on a human level and that all you need to do, Your Royal Highness, is just share from your heart, that huge heart that you have and your gut and people will love you even through the speech that scares you, they will feel you, they will know you, they will connect with you, and that it is far more effective than giving a speech, than telling a funny joke but not sharing your heart.
So secret number 6 and you’ll notice this in some of the speakers is that we actually have five parts of our brain. Those five different senses: seeing, hearing, smelling, tasting, touching and feeling translate into four different actual communication languages. Speak one of them, you’re not going to be very good. Speak two of them, you’ll be average no matter who you are. Speak all four, no matter who you are, you’re going to rock the world, because you’re going to be giving every person in the audience something that they can connect to.
And visual is the energy of energy — it’s the language of energy. It’s Robin Williams, I have used him as an example and I’m going to continue to use him as an example, how amazing was Robin Williams.
Auditory is the ability to translate details and what you see, what you think, what you feel into a story into words. Ronald Reagan was a great example of that.
Auditory digital, that’s the Albert Einstein, the Bill Gates, the analytical statistically-driven kind of information. You don’t have that, you don’t have a foundational credibility. People are going to go wow! That person is very charming but there’s no there or there.
And kinesthetic is the James Earl Jones, the Morgan Freeman, the Barry White, oh baby.
It’s the Poet Ali, it’s that connecting thing that is inside of each and every one of us, that is the most important thing in being a speaker and being a communicator.
And then 7, you can just have this and nothing else and you will still rock the world as so many people do. And that is your authentic passion. What is it that is effing cool that you just have to share it or so effing compelling and I use that middle word, you can use whatever version you want, because it’s a visceral thing, it’s not intellectual.
So let’s go back on our chronological tour of great speeches that have created tipping points in the world.
Now this person, Lou Gehrig didn’t create a tipping point in terms of the global geopolitics of the world but he created a tipping point in terms of understanding the human spirit and his own. Here it was, as you all know he was diagnosed with ALS. He tried to play, he couldn’t play, they then — he had to end his career and Yankee Stadium held a day for him. Lou Gehrig Day was in 1939. He gets out there and he, like so many of you, was petrified of public speaking. And he’s there, he’s there and then just when it’s time for him to go on, he starts backing away, and said,
“I can’t do this. I can’t do this.”
His manager comes up to him, puts his arm around and said, “Lou, they’re all here for you, my friend. They’re all here for you.” And walks him up and he goes. And this is what he says.
“Today I consider myself the luckiest man on the face of the earth.” – Lou Gehrig
Everyone who studies public speaking puts that speech in their list. It’s just unbelievable, the sense of gratitude that this man had in the middle with his own personal crisis.
But let’s go to the next year, a huge tipping point about to happen for Great Britain and their battle against Nazi Germany.
Three days before the speech, King George goes to Winston Churchill and says,
“Please, let’s — I want you to be the Prime Minister. We’ve got to do something. We’ve got to face this threat.”
And this is Winston Churchill, it’s just the audio, they didn’t have video in the House of Commons in 1940.
“I would say to the House, as I said to those who have joined this government: “I have nothing to offer but blood, toil, tears and sweat.”” – Winston Churchill
The world would have been a different place without Winston Churchill and those words and that level of conviction, leadership and resolve.
Let’s move forward now. I have three from John F Kennedy and you’ll see why. This one you all know about.
He was following an old General Dwight D Eisenhower. He’s in his forties, a whole new era for America and the world. You’ll be familiar with the first part of this but probably not the second.
“My fellow Americans: ask not what your country can do for you, ask what you can do for your country. My fellow citizens of the world: ask not what America will do for you, but what together we can do for the freedom of man.” – John F Kennedy
The world became a different place because of that speech. And that new president. And he proved it several times. Couple years later at Rice University, he is talking about his authentic passion to put a man on the moon. Listen to the level of detail here and notice that this is such a visionary leader that he even commits himself and the United States America when we don’t even at that point know how to do it.
“We shall send to the moon, 240,000 miles away from the control station in Houston, a giant rocket more than 300 feet tall, the length of this football field, made of new metal alloys, some of which have not yet been invented, capable of standing heat and stresses several times more than have ever been experienced, fitted together with a precision better than the finest watch, carrying all the equipment needed for propulsion, guidance, control, communications, food and survival, on an untried mission, to an unknown celestial body, and then return it safely to earth, re-entering the atmosphere at speeds of over 25,000 miles per hour, causing heat about half that of the temperature of the sun — almost as hot as it is here today — and do all this, and do it right, and do it first before this decade is out — then we must be bold.” – John F Kennedy
How amazing was that? Right. Sadly, he didn’t get to live to see that but he made it happen through his vision, his leadership and creating that tipping point with that speech. And then as you know, the famous speech, he is in Berlin, the West Berliners are suffering mightily. He goes in and says they’re not alone.
“All free men, wherever they may live are citizens of Berlin, and therefore, as a free man, I take pride in the words “Ich bin ein Berliner!”- John F Kennedy
Okay. So next year after that, or that actually later that year, Dr. Martin Luther King, I think you’ve all been aware of this. No one would doubt that this, this speech half of which he ad-libbed, ad-libbed the speech, shook the world and created a tipping point.
“I have a dream that my four little children will one day live in a nation where they will not be judged by the color of their skin but by the content of their character. I have a dream today!”- Dr. Martin Luther King
If only it were true and we’re making progress because of that speech.
Barbara Jordan, someone you may not know, a Texas congresswoman, was the last person to speak at the Watergate Committee talking about whether we were in fact going to impeach Richard Nixon. She was a freshman congresswoman, it was around midnight and yet her words with that incredible voice tone of hers shook the world and catalyzed the movement against Richard Nixon.
“Today I am an inquisitor. And hyperbole would not be fictional and would not overstate the solemnness that I feel right now. My faith in the Constitution is whole, it is complete, it is total. And I am not going to sit here and be an idle spectator to the diminution, the subversion, the destruction of the Constitution.”- Barbara Jordan
Barack Obama.
“Tonight is a particular honor for me because let’s face it. My presence on this stage is pretty unlikely”- Barack Obama
And that’s it right there. That speech was a tipping point that changed America. Whether you like him or not, that one speech in 2004 changed America.
We don’t have audio of this but one of my favorite speeches ever is a speech that was given by Albert Einstein. He says:
“The most beautiful and deepest experience a man can have is the sense of the mysterious. To sense that behind anything that can be experienced, there is a something that our mind cannot grasp and whose beauty and simplicity are but a feeble reflection. To me, it suffices to wonder at these secrets and to attempt humbly to grasp with my mind a mere image of the lofty structure of all that there is.”
And he did that and created a shift where we understood how matter and energy are the same and created a new paradigm and some people even think that it mirrors this ancient symbol which was the symbol and is the symbol for God called OM and if you look at it, if you look there’s a backwards E, there’s an equal sign, there’s an M, which is on its side, there’s the C and there’s a supernumerary that also looks like a square. E equals MC squared thousand years ago reflected in Albert Einstein’s discovery in 1906.
I want to play this. This is the most powerful in my opinion, the most powerful couple of minutes of oratory, recorded oratory, recorded tipping point speech-making in the history of the world. Feel it and notice this is the last speech he gave before he died. He died and it was — obviously he knew, he died the next day.
“Like anybody, I would like to live a long life – longevity has its place. But I’m not concerned about that now. I just want to do God’s will. And He’s allowed me to go up to the mountain. And I’ve looked over, and I’ve seen the Promised Land. I may not get there with you. But I want you to know tonight, that we, as a people, will get to the Promised Land. And so I’m happy tonight; I’m not worried about anything; I’m not fearing any man. Mine eyes have seen the glory of the coming of the Lord.”- Martin Luther King Jr.
So are you afraid of public speaking. If so, you are along with half of the people on the planet. The way over that is to see it as a conversation from your heart and to ask yourself this one question: What is my dharma?
What is it that I am passionate about that I want to share with the world, something that my unique DNA which is contained in every one of 50 trillion cells carried in 50,000 atomic bombs worth of energy, that’s what Einstein said, will allow me to be out in the world, make a difference and give speeches, share my passion and make the world a better place.
Every single person I’ve worked with has the ability in their own way to break through to make the world a better place to bring that passion out and to create a tipping point that will change every single thing on the planet and indeed make the world a better place. And I encourage you to please step through the fear, share your passion, share who you are authentically and make that difference.
Thank you all so much.
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Ten Meters of Thinking: The ABC of Communication
Paul Hughes
TEDxInnsbruck
Jul 13, 2012
- Paul Hughes
Designer and Consultant, Netherlands
Through his '10 meters of thinking' Paul Hughes unrolls stories that create organizational change. This change is an ongoing path where he uses design & branding to pave the way and offer signposts for the journey, which he coaches participants to walk with practical steps.
Ten Meters of Thinking is a visual/verbal experience where Paul Hughes draws as he speaks. Across ten meters of paper he reveals stories that are used to stimulate individual and organizational change.
Storytelling is a timeless art that Paul applies in a timely manner.
The subject of this Ten Meters of Thinking is The ABC of Communication. Here Paul will remind the audience about the impact and reach of communication. We therefore all have a responsibility in how we communicate with others. Paul points out what it means to align our communication with our actions and vice versa. Thereby, he offers a practical model that shows the essence of successful communication can be as simple as A,B,C.
The subject of this Ten Meters of Thinking is The ABC of Communication. Here Paul will remind the audience about the impact and reach of communication. We therefore all have a responsibility in how we communicate with others. Paul points out what it means to align our communication with our actions and vice versa. Thereby, he offers a practical model that shows the essence of successful communication can be as simple as A,B,C.
Transcript:
Success is not a point. Success is a path. I’m Irish, and in the Celtic symbolism there are many symbols that refer to a journey and a path. One of them looks like this. It says unity. Everything is connected. And it says eternity. That no matter where you begin you’ll always come back to the same place.
Today I’d like to talk to you about a path, and some of the qualities along that path. And I’m going to do this across ten meters of paper, which I call ten meters of thinking.
Now, before you go into a deeper state of learning, I’d like to tell you a little bit about Irish logic. Irish logic: This here as you can clearly see is Patrick Murphy. Patrick Murphy on Monday night, went out and had ten whiskeys and a Cola. Now on Tuesday morning, he woke up with a terrible hangover. So, on Tuesday night he had ten whiskeys and a Cola. Wednesday morning, he wakes up with a terrible hangover. So on Wednesday night he goes out and has ten Bacardies and a Cola. Thursday morning waking up with a terrible hangover, he says, “That’s it. No more Cola for me.”
Absolutely correct.
Clearly, it is Cola that is the problem.
It’s completely logical. In fact, you would have to say you need to be illogical to be Irish.
Now, this of course is where unfortunately many businesses are today. We have to look beyond the obvious to find the root cause. And what I’m interested in is how science and other disciplines has done so. For example, this here as you can clearly see is a butterfly. And what science traditionally has done, is that it has captured the butterfly, killed it, lots of blood, and has put the analysis in a static state.
Instead what science now is doing, is it’s looking at the butterfly, as you can clearly see that’s a butterfly. It is now looking at the butterfly in its environment within the context. This is now called dynamic knowledge. Dynamic knowledge, because science now realizes that when we have Carbon, when we have Hydrogen, and when we have Oxygen and we add these together, something unique is created. What is created here is something that is not in Carbon, Hydrogen or Oxygen. It only is created with the synergy of these. And this is sugar. Yet there’s no sugar in Carbon, Hydrogen or Oxygen.
A sweet spot is created through the synergies.
This as we all know means that 1+1=? Scientists in the room? 1+1=…11. Obviously. The individuals working in unity, unity in diversity, we’re still individuals keeping the diversity, creating expediential value. 1+1 no longer is synergistically meaning 3, 1+1 now, in today’s world, means 11. What this means is that when we have communities, communities that are connected and operating together in synergy, something new is going on, there’s a new meaning. This community comes from the Maori culture in New Zealand.
The Maori culture in New Zealand, every period of time marks that period with the building of the boat. Everybody in the village is responsible in the activity of building the boat. Including the oldest person in the village, whose task is to build the fire in the center of the village, sit by that fire and remember why they’re building the boat. We need to ask ourselves why? Particularly, because I believe that our “Why?” has been transported from within the walls of our society to a zone that is unknown. To a zone that now causes us to step beyond this into a new threshold. A new threshold that has new rules, new regulations, new opportunities. It is a new adventure. However I’m here to tell you good news.
Good news is that the new rules are actually very old rules. When we communicate, we should not do this, we should do this. When we communicate, it should be based in truth. When we act, it needs to be based upon justice.
Justice and truth becomes the new operating principles. Old principles in a new world.
Now, what you will realize is, those great mathematicians in the audience will realize of course. When you add this to this, we get this. This is the distinguishing factor today. This is now the difference that will make the difference. We have individuals competing with different organizations. This organization will fly this kite. This organization will fly this kite. All competing. We however will fly this kite.
Old rules. Us, someone else. Do onto others as you would see done onto yourself. The golden rule. It amazes me how many business books these days spend 300 pages telling us this.
Now, what’s interesting about this, is that I believe, it is the quality of our relationships now that we need to focus on. It is the quality of our relationships that are going to define what we deliver. This is now what we focus on. And very quickly I want to offer you a very simple model, a model that I use in branding. And it’s a model that you can use for brands, businesses or being. And it looks like this.
This here is an organization. And this here is somebody else. You could call it a customer. The organization and the customer. Now what happens is, the organization first of all takes an action towards the customer.
The action results in a belief in the mind of the customer. What the organization then does is it communicates. If the action is not in parallel with the communication, then we have a negative belief. In other words, if we do something and say something else, we don’t believe.
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If however these are in parallel, we have a positive belief. Again, there are many management books that spend 300 pages telling us this. The interesting thing about this is the simplicity. The simplicity of the A, B, C. A comes first. We do not communicate first, we act first. Now, we’ve already learned that the new rules means that our action needs to be just. Our communication needs to be truthful. And I can guarantee if our actions are just, our communication truthful, then we will form. This is the goal of every organization.
ABC, action orientated.
Now, for you advanced listeners. You know who you are? For you advanced listeners, of course it’s not just an ABC, perhaps there’s a D. Because, it shouldn’t be one-way communication, it should actually be two-way communication as we all know. And this then opens up into dialogue.
This however is not achievable unless we have this, unless we have trust. Do not think that you can do this, we first need to form trust.
Action, ladies and gentlemen, this is all about action. And the action is actually based on learning. Learning by doing. We act and we’re learning from that. Let’s talk about learning.
This here is my dog in Ireland that I was growing up with, as you can clearly see. And this here is the car that he was very fond of chasing along the street that we were living in. Until one day he was hit by a car. Now, we went to the doctor, to the vet, and surprisingly he was actually, recovered very quickly with one of this things around his neck. His bark got louder. And when we took this off him, and he was let out again onto the street, he learned never to chase cars again on that street. Instead, he chased them on this street.
Learning requires reflection, and reflection has to happen at a mature level. And one of the things that can help with reflection is when we consider that the context gives meaning. This sequence makes sense. It is clearly making sense. This is now different. The context gives the meaning. In order to reach a more mature reflection we need to step into a wider context. And just so that we understand where we are today, we need to go back to Darwin, who talks about the survival of the fittest. Where one is against the other, it is locked in, it is the competition based model. Unfortunately too much of our activities are based on this.
Darwin however only ever spoke about the survival of the fittest, within a greater context of cooperation. Our competition based model is excellent once operating within a larger context of cooperation. And the first step that we can take towards this is to involve others. To consult with others in our activities. To consult with others over what’s important.
So, to bring this back again to a very simple set of basics, when we’re doing the ABCs of communication, it is all about starting with action. We learn from our doing. Remembering our dog, it needs to be based on reflection. Our actions then we need to reflect upon. And to have a wider more mature context, we need to involve others by consulting with them. This is a model of reflection. Learning by doing. And this is a model with the consultation of a rich understanding.
This means very simply, that when we want to move from A to B, any point on time, we move in A ARC. We act, we reflect and we consult.
With this realization that we’re involved with others. That we want to be part of others. That in fact we’re interdependent. It means that we as independent parts need to become interdependent parts of an organic whole. This becomes our operating mantra. This is where we’re moving to. And what this means is, that as I reroll, you can put this content in its most valuable place for you.
As I reroll, we can look and consider how learning by doing through a process of acting, reflecting and consulting creates an emergent value. It creates a richer meaning. It means that when we’re operating and reflecting, it means that it’s based upon actions. Actions within a greater context that’s creating a richer meaning.
To do so means that the relationships we’re working with are more rich. It means that we’re focusing on creating richer relationships. And it means that what was a very timeless quality, now becomes a timely manifestation. Our truth plus justice creates trust. That is the difference that will now make the difference. It will help us navigate beyond the walls of our current society. It will help us remember a different “Why?”. It will help us act in a greater sense of unity and diversity, that will create expediential value. All of which reminds us of the journey that we’re on.
A path where our actions, our beliefs, and our communication become key components along a path. A path which we operate in ARCs. We act, we reflect, we consult.
A path of ARCs. And to go beyond the culture of context means that at the heart of this, our actions are just. Our beliefs are based on trust. And our communication is based on truth. Which I’ll guarantee will create a compelling why and remind us that success is not a point, success is a path.
Thank you very much.